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Crónica:Gran Premio de Italia | MOTOCICLISMO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Barros triunfa en el aguacero italiano

Crivillé y Elías, cuartos, rozan el podio en 500cc y 125cc, respectivamente, en Mugello

Una tremenda tormenta hizo del Gran Premio de Italia disputado ayer una jornada caótica y dramática. La lluvia rompió los pronósticos, evitó el triunfo local y coronó a los que hasta ahora habían soportado hegemonías ajenas. En 500, el brasileño Alex Barros (Honda) se llevó mejor que nadie con el barullo de una carrera dividida en dos partes y pródiga en caídas, entre ellas la de Valentino Rossi (Honda). En 250, Aprilia, gracias a Tetsuya Harada, rompió por fin la racha del japonés Daijiro Katoh (Honda), negado bajo el agua, justo lo contrario que su compatriota Noboru Ueda (Honda) en 125. Los españoles no tuvieron premio, aunque Àlex Crivillé (Honda) y Toni Elías (Honda), cuartos en sus respectivas cilindradas, rozaron el podio.

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Nada fue como en las cuatro citas anteriores del Mundial por culpa de la lluvia. Toda la incertidumbre vino esta vez del cielo y la hegemonía de los italianos fue a interrumpirse justo en su casa, en Mugello. Ni Rossi ni Max Biaggi (Yamaha) ni Loris Capirossi (Honda) pudieron ganar, aunque los dos últimos secundaron a Barros en el podio tras una carrera de superviviencia. El parte del día se cobró numerosos damnificados: además de Rossi, se cayeron Kenny Roberts (Suzuki) y Norick Abe (Yamaha), y Carlos Checa (Yamaha) tuvo que retirarse por una avería en el embrague.

Barros, un maestro bajo el diluvio, fue quien mejor se aguantó sobre una pista resbaladiza y así pudo dar a Sito Pons la satisfacción de celebrar un doblete para su equipo. Como la mayoría de los pilotos, llegó a la meta tiritando de frío: 'Ha sido infernal, no se veía nada entre la cortina de agua', explicó. Parecidas sensaciones transmitió Crivillé, que prefirió no arriesgar frente a pilotos que acabaron de mala manera y llegó cuarto, a sólo cuatro décimas de segundo del tercer lugar en la suma de tiempos de las dos mangas. El noi de Seva, que en la primera parte, tras siete vueltas sobre asfalto seco, estaba metido en el grupo de cabeza, es ahora sexto en el Mundial. Rossi sigue teniendo ventaja.

'Ha sido una lástima que después de una carrera tan dura me haya quedado tan cerca del podio', se lamentó Crivillé, 'pero estoy contento porque lo importante hoy era poder acabarla'. Sete Gibernau (Suzuki) fue sexto.

Por culpa del aguacero, intermitente primero e intenso al final, el gran premio duró dos horas más de lo normal. La primera carrera, la de 125, tuvo tres partes, con condiciones variadas y lío reglamentario. Después de las infinitas dudas con los neumáticos, Ueda demostró su experiencia sobre mojado por delante de los jóvenes Gino Borsoi (Aprilia), Manuel Poggiali (Gilea) y un Toni Elías que volvió a sorprender. El piloto catalán demostró una categoría inesperada para alguien tan joven, teniendo en cuenta las circunstancias tan adversas. 'Ha sido mi carrera más difícil', dijo Elias.

Sólo la prueba de dos y medio se disputó de un tirón porque al principio ya estaba mojado y no hubo dudas. Las caídas de otros notables dejaron libre el camino para la victoria de Harada, en casa de su marca, Aprilia. Katoh, derrotado por primera vez este año, fue décimo, pero sigue líder del Mundial, y los españoles se salvaron de la debacle: Fonsi Nieto (Aprilia) fue cuarto; Emilio Alzamora (Honda), sexto; David Checa (Honda), séptimo, y Àlex Debón (Aprilia), octavo.

Kenny Roberts se lamenta de su caída en el Gran Premio de Italia.
Kenny Roberts se lamenta de su caída en el Gran Premio de Italia.AP

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