Olano vuelve a la cumbre que le vistió de rosa en 1996
Hace cinco años, rompiendo todas las previsiones y en contra de todas las creencias, Abraham Olano, sólido rodador, ciclista tenaz, vivió uno de sus días más felices al alcanzar la maglia rosa nada menos que al final de la ascensión al Pordoi -la segunda ascensión, para ser más exactos, al gigante dolomítico, emprendida además después del paso por la salvaje Marmolada-. El Giro repite hoy aquella etapa de 1996 en lo que supone su primer escáner serio de la situación en 2001 y Olano también tiene a tiro de segundos el liderato, pero nada más es como entonces.
'De eso, de lo que pasó en el 96, ni hemos hablado, ni tenemos por qué hablar', dice el director del ONCE, Manolo Saiz; 'Abraham escribió una historia entonces y ahora escribirá otra'. ¿Algo interesante? 'Como sé que habrá unas cuantas sorpresas desagradables, y explosiones inesperadas, debido al calor que estamos pasando y al cambio brutal que supondrá pasar del llano-llano a la alta montaña', matiza, 'lo fundamental y nuestro gran objetivo será pasar inadvertidos, no ser una de las sorpresas negativas de la jornada. Ésa será la mejor noticia'.
O dicho en las palabras de Olano: 'Intentaremos estar ahí'. ¿Y qué es estar ahí? 'Bueno, estar delante y ver qué pasa'. Olano no hace cálculos en segundos. Recuerda del 96 su atracón de Marmolada, allí en los repechos empinados, rectos e interminables, sin curvas, donde hacen cuevas las marmotas, el ataque de Tonkov y su remontada lenta hasta empalmar. Y luego, en grupo, todo el Pordoi. 'Pero entonces no había los escaladores puros que hay ahora. Será mucho más duro', añade Saiz echando agua al vino.
Saiz habla de todos los que todo el mundo sabe. Habla del increíble Simoni, que ayer -'muy fácil y fuerte, saliendo desde atrás, me dijo Abraham', cuenta Saiz- atacó sorprendentemente en un mínimo repecho junto al ganador de la etapa, el italiano Tosatto, y el esloveno Klemencic, aventajó en 9 segundos a todos sus rivales y se colocó a uno del aún líder, el frío del rubio platino Frigo.
Fue un ataque de rabia, la respuesta del fogoso Simoni a la retirada obligada de su gregario Barbero, quien no tomó la salida en cuanto se hizo oficial la noticia de su positivo por EPO, junto al francés Chotard, en el pasado Tour de Romandía.
Saiz habla de unos cuantos escaladores: de Pantani, el inescrutable; de Simoni, de Gotti, pero no habla de otro guipuzcoano. De Unai Osa, el joven del iBanesto.com que maravilló a la concurrencia con un ataque explosivo puro en un duro repecho en la etapa del domingo pasado, habla su director, Eusebio Unzue. 'A ver, a ver', dice el técnico navarro; 'nos gustaría creer que Unai ya ha pagado su cuota de infortunio en el ciclismo y puede dar de sí todo lo que realmente vale'.
Hace cinco años, Olano desafió al destino en el Pordoi -días después, en el cruel Mortirolo, se impuso la física pura: kilos contra fuerza de gravedad: no hubo tenacidad que valga- y ganó. Osa, noveno en la clasificación general, a menos de un minuto del líder, se halla ante una oportunidad única. Y, encima, está en su terreno. Quizá sea él quien escriba la historia de 2001.
Clasificación de la 12ª etapa (Gradisca d'Isonzo-Montebelluna, de 139 kilómetros): 1º. Matteo Tosatto (Fassa Bortolo), 3h 33m 17s. 2º. Zoran Klemencic (Tacconi), mismo tiempo. 3º. Gilberto Simoni (Lampre), m. t. 13º. Unai Osa (iBanesto.com), a 10 segundos. 17º. Abraham Olano (ONCE), m.t. 29º. Dario Frigo (Fassa Bortolo), m. t.
Clasificación general: 1º. Dario Frigo, 55h 58m 34s. 2º. Gilberto Simoni, a 1s. 3º. José Azevedo (ONCE), a 3 s. 4º. Abraham Olano, a 14 s. 5º. Wladimir Belli (Fassa Bortolo), a 19 s. 9º. Unai Osa, a 48 s. 15º. Marco Pantani (Mercatone), a 1m 11s.
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