Los accionistas de Deutsche Telekom reprueban en bloque al equipo gestor
La operadora alemana niega que falseara sus cuentas para salir a Bolsa
Cuando Deutsche Telekom colocó por primera vez en los mercados una porción de su capital en 1996, sembró la semilla del capitalismo popular en Alemania. Cinco años después, los pequeños accionistas se sienten defraudados por la operadora. Sus títulos han perdido la mitad de su valor -ayer mismo caía más del 3%- y el descontento afloró hasta niveles máximos en la junta general de accionistas, que se celebró en un gran auditorio en la ciudad alemana de Colonia. 'Esta planta crece, pero no florece', explicó indignada una representante de los pequeños accionistas.
Las recientes acusaciones de que Deutsche Telekom maquilló sus cuentas para salir a Bolsa caldearon aún más el encuentro. Según informó el lunes pasado la televisión pública germana ARD, la operadora sobrevaloró sus activos inmobiliarios en 2.000 millones de euros (332.772 millones de pesetas), hasta 18.250 millones de euros (3,03 billones de pesetas), desde el 1 de enero de 1995. Sin esta operación, la empresa no habría podido salir a Bolsa. Los accionistas recriminaron a la dirección que esta información empeorará el comportamiento de los títulos de Deutsche Telekom, que ya fue acusada de falsear sus resultados el año pasado para enmascarar la erosión que la competencia estaba produciendo en sus cuentas.
El presidente de la operadora se enfrentó a los accionistas. 'He sido acusado de haber estado al corriente de una evaluación fraudulenta de la cartera financiera y de no haber tomado medidas contra ella', indicó solemne Ron Sommer. 'Tengo que refutar completamente esas alegaciones', agregó. El responsable de la operadora aseguró que las cuentas siempre han sido respetuosas con la ley. En un intento por calmar los ánimos, Sommer se apresuró a destacar los resultados del año pasado, que calificó de 'históricos'. El beneficio se multiplicó por cuatro respecto al ejercicio anterior, hasta los 5.900 millones de euros (981.677 millones de pesetas).
El mal comportamiento de la compañía en Bolsa, motivo principal del enfado de los accionistas, centró buena parte de la intervención de Sommer. El presidente responsabilizó a los mercados de capitales, puesto que las acciones de Deutsche Telekom 'han evolucionado paralelamente al mercado', e insistió en que su compañía se ha comportado mejor que otras competidoras. Varios accionistas respondieron: 'Los títulos de las principales firmas del sector, como la española Telefónica, sólo cayeron un 11% el año pasado'.
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