El Portland se lleva el título y la gran pitada
Los de Pamplona ganan al Ciudad Real en los últimos minutos con polémica arbitral
La Copa fue para el Portland. Pero la recogió con silbidos y gritos de Ciudad Real. El público, los más de 3.000 aficionados que llenaron el pabellón Puerta de Santa María, no entendió una decisión arbitral a falta de poco más de un minuto que le costó al equipo de Vesselin Vujovic la posibilidad de forzar la prórroga. El marcador estaba entonces en 20-22. El pivote Rolando Uríos recogió un balón y marcó un gol que hubiera dado la última opción al Ciudad Real. Pero la mesa paró el juego, llamó a los árbitros, anuló el gol y excluyó al cubano Julio Fis. Fue el final. Las reiteradas protestas de Vujovic, y la perplejidad del público no cambiaron las cosas. 'Hubo un cambio antirreglamentario del Ciudad Real que la mesa indicó, pero que los árbitros no advirtieron', explicó uno de los miembros de la mesa. 'El error fue anterior al gol. Por tanto, anulamos el tanto y hubo una expulsión del equipo infractor'.
CIUDAD REAL 20|PORTLAND 22
Ciudad Real: Núñez (Chirosa); Sioud (1), Jiménez (2, 1 de p.), Barbeito, Grebnev (1), Lubián (2), Pérez Canca (2) -equipo inicial-, Trives (4), Pérez (1), Fis (2), Ortega, Redondo y Urios (5). Portland: Hombrados (Buligan); F. Barbeito (5, 3 de p.), Olalla (3, 1 de p.), Kisselev, Richardson (4), Ambros (5), Errekondo (1) -equipo inicial-, Jauregui, Martín, Bartolomé (2), y Iakimovic (2). Árbitros: Fernández y Permuy. Unas 3.000 personas en el pabellón Puerta de Santa María de Ciudad Real.
El desencanto fue absoluto, porque el Ciudad Real había tenido la victoria en la mano, controlando a la perfección el juego del Portland y alcanzando incluso una ventaja que se perfilaba como suficiente (13-9). Pero el Portland no es un equipo al que se deba enterrar antes de certificar su defunción. Justo cuando las cosas pintaban mejor para el Ciudad Real, el Portland endosó una estocada que resultó letal. Bastó la exclusión de Urios, para que los pamplonicas aprovecharan su superioridad y cambiaran la dinámica del partido, dando un revolcón al marcador. Del 13-9 se pasó a un 15-16.
Fue una bofetada demasiado dura para un grupo que había jugado con orden, moviendo bien la bola en los ataques y demostrando una solidez defensiva capaz de volver locos a hombres de la calidad de Iakimovic y Richardson.
Su última oportunidad les llegó cuando el Portland sufrió dos exclusiones casi consecutivas y disfrutaron casi dos minutos de una doble superioridad (el Portland jugó con 4 hombres de campo). El Ciudad Real logró entonces igualar el marcador y adquirir una ligera ventaja (del 15-16 se pasó al 17-16), pero no fue suficiente. Entonces el Portland ya estaba lanzado, ya resultaba muy difícil pararle. Richardson ya había recobrado la entereza y estaba dispuesto a un último esfuerzo. Igual que Iakimovic (con dolores en las ingles), que marcó el gol (20-21) que abrió a su equipo las puertas del triunfo.
Al Ciudad Real le queda el consuelo de haber llegado por primera vez a una final de Copa, en el primer año de Vujovic en el banquillo.
Para un yugoslavo eso sabe a poco. Pero el próximo año el equipo manchego invertirá 250 millones, fichará a los laterales Pajovic (procedente del Celje), Pogorelov (fijo en la selección rusa), y tendrá la incorporación gratuita del central Talant Duishebáev, financiado por completo por la empresa Vitafresh (zumos de naranja). Para el Portland, el segundo título de Copa de su historia supone poner un broche de oro a una temporada que le ha consolidado como uno de los grandes de Europa.
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