Euskadi o 'el riesgo de hacer una campaña crucial'

El presidente del Gobierno, José María Aznar, que se involucró personalmente en el respaldo al candidato del PP en las recientes elecciones en Euskadi, ha recibido explicaciones sobre lo sucedido para todos los gustos. Él dice que la mayoría le han divertido mucho porque los considera desenfocados. Uno de sus principales asesores y expertos en el problema vasco le resumió las principales causas de su decepción por el fracaso de su alternativa de cambio de esta manera: 'Cuando suenan los tambores los oye todo el mundo. Si tú haces una campaña crucial corres el riesgo de que todos la perciban como crucial, porque para algo tiras los cohetes'. Se nota que el análisis es sobre las elecciones vascas incluso en el tipo de léxico utilizado por el asesor del presidente.

Los colaboradores de Aznar le han inculcado así que el PP no sólo no falló en sus 'objetivos técnicos' en esas elecciones (movilizar a los 320.000 votantes de las generales de marzo de 2000), sino que incluso superó esa meta por 3.000 papeletas. El error, en todo caso, de esa campaña crucial protagonizada por Jaime Mayor y Aznar desde hace año y medio, cuando EH rompió relaciones con el Gobierno vasco y se acabó la tregua de ETA, fue que provocó la mayor oleada de votos jamás registrada a favor del PNV, un 20% por encima del reto que se había fijado Joseba Egibar en 5000.000 electores.

Los asesores de Aznar le auguraron una participación máxima del 75%. Fue casi del 80%. Mayor y otros dirigentes del PP vendieron la idea antes de las elecciones de que esa marea iba a beneficiar a los partidos constitucionalistas. Al final, los expertos del PP constataron que se reprodujo un reparto de votos entre el bloque nacionalista (45%) y el constitucionalista (55%) muy similar en porcentajes al de 1998, pero con 10 puntos más de representación.

El 'objetivo político' del cambio no se logró.