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Tribuna:A DEBATE
Tribuna
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La forma y el fondo

Convocar un referéndum entre los trabajadores y trabajadoras como método para proponer una huelga general puede ser una fórmula de verdadera participación democrática. No obstante, debemos fijarnos para valorarlo en su justa medida en varios elementos del proceso: el nivel de debate interno de los sindicatos, estructuras, delegados sindicales y afiliados debe ser elevado promoviendo asambleas, discusiones y análisis con tiempo suficiente; por otra parte, tenemos que garantizar la participación del conjunto de los trabajadores en las empresas, que deben canalizar los delegados de personal, comités de empresa y juntas de personal del conjunto de organizaciones sindicales.

Por otra parte, hay que tener presente que el éxito de una huelga general pasa, en todos los casos, por la cohesión y credibilidad del movimiento sindical; para ello es necesario, en primer lugar, la unidad de acción del sindicalismo (CC OO, UGT, USO, ELA, CIG, CGT) y en segundo término realizar un trabajo de toma de conciencia sindical muy intenso en el conjunto de la clase trabajadora. Sólo de esta forma, y no solamente convocando un referéndum, una huelga general puede ser un éxito.

El Real Decreto 5/2001 de Medidas Urgentes de Reforma del Mercado de Trabajo, impulsado por el Gobierno del Partido Popular, ¿requiere una huelga general? La Unión Sindical Obrera de Catalunya (USOC) entiende que esta norma es una continuidad de la reforma laboral del año 1997, pactada por los sindicatos mayoritarios CC OO y UGT, que promueve una política que profundiza en la precariedad laboral liberalizando más los niveles de contratación, concretamente existen dos modalidades que en sí mismas son positivas -el contrato de formación y el contrato a tiempo parcial- que se ven gravemente desvirtuadas. El primero se abre a diferentes colectivos más allá de los jóvenes y por tanto puede producir un abaratamiento de la contratación. En el segundo caso, el contrato a tiempo parcial, al no limitar la jornada, pierde el sentido de carácter parcial y deslegitima un objetivo importante como es la conciliación de la vida familiar.

La reforma laboral de 1997, el Decreto Ley del 2001 y otras propuestas que el Gobierno tiene en cartera abundan en la desregulación de las relaciones laborales. Todo ello puede ser motivo de una movilización contundente desde todos los sectores, territorios y empresas, pero desde la unidad de acción amplia y garantizando la participación de todos los trabajadores y trabajadoras.

Antonia Gil es secretaria general de USOC.

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