Bennett, rey en el palacio

Bennett destronó a Carlisle. La afición de Estudiantes recibió con entusiasmo a su nuevo torero, que debutaba ante su público después de los 37 puntos con que sentenció al Tau en el segundo partido de los cuartos de final de la Liga ACB, pero los honores se los llevó Bennett. Él fue el rey en el palacio, y no Carlisle, un tipo llamado a ser el máximo anotador cada vez que se calza las zapatillas porque, para bien o para mal -ayer, para mal-, lo tira todo.

Lejos de su legendario espíritu guerrillero, Estudiantes arrancó feble y blandón, sin apretar en la defensa y despreocupado en el rebote. Unos pecados que arrastró toda la tarde y que vaciaron de contenido su gesta en Vitoria, tres días antes, cuando se hizo con la ventaja de campo tras ser el primer equipo en meterle más de 100 puntos al Tau en el curso de esta temporada.

En medio de tantas facilidades, los jugadores de Ivanovic lograban cómodas posiciones de tiro que traducían en buenos porcentajes y un flujo constante de puntos que del 9-9 les llevaron a abrir una primera brecha, 13-20, ampliada en el segundo cuarto hasta el 19-32, con un 2-10 de salida.

Estudiantes, con Markovic desaparecido y Carlisle muy fallón pese a su insistencia en tirar cada balón que le llegaba a las manos, no encontraba la forma de meter mano a un Tau sobrio y terriblemente seguro que, tras un triple de un Bennett estelar, se alzó hasta el 30-48.

En el perfecto engranaje en que Ivanovic ha convertido al Tau, su base es la pieza maestra. Aupado en unas condiciones físicas admirables y un exquisito entendimiento del juego, Bennett hace y deshace a su antojo. Tapona, finta, rebotea, asiste, lanza, penetra, anota, corre, se para... Y con él, su equipo, que se mueve confiado al ritmo que le marca.

El problema es cuando falta, por agotamiento o por personales. Es lo que le pasó al Tau tras el descanso. Estudiantes, recuperado su espíritu, lo aprovechó para, recortando punto a punto, acercarse a sólo tres ya en el último periodo. Pero su esfuerzo no tuvo recompensa. El Tau mantuvo la cabeza fría, gestionó su renta con sabiduría y recuperó la ventaja del campo.

Victoria de Unicaja

En Valencia, el Unicaja de Málaga le devolvió la moneda al Pamesa y le derrotó en su cancha por 81-86. El equipo de Maljkovic se sustentó en su juego exterior, comandado por Mrsic, para colarse en la defensa valenciana. El Pamesa, como es tónica esta temporada, sólo se aguantó por la aportación de sus pívots norteamericanos, Alston y Hopkins, a los que ayer se unió Pat Durham. No fue suficiente para frenar el potente juego interior del grupo malagueño, superior en el rebote y en el tiro. Con su victoria, el Unicaja domina la serie por 2-1.