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NACHO GONZÁLEZ | EL PERSONAJE | La resaca de la jornada | FÚTBOL

'Pichichi' González

El guardameta de la UD Las Palmas marca dos goles de penalti

Nacho González (Buenos Aires, 17-12-71) fue el último fichaje de la UD Las Palmas en el verano del 98. Venía avalado por el interés del Zaragoza en ficharlo y una fugaz internacionalidad. Passarella ensayó en ocho partidos con cuatro porteros, entre los que estaban Cavallero y Bonano. Nacho jugó bien contra Uruguay en el Centenario. El partido contra Bolivia fue su última convocatoria. Argentina perdió 2-1, pero lo peor para González no fue el resultado, sino un cabezazo a un delantero boliviano con el juego parado. Roa ocupó la portería de Argentina los partidos siguientes.

En el deporte de alta competición lo más incontrolable es la mente, ese animal indómito que siempre esconde resortes inexplorados. Uno de esos resortes se activó en Bolivia. Otro, el día de su debú en la Primera argentina. Racing de Avellaneda jugaba contra Mandiyú (2-3). Tenía 19 años y el público le abroncó. Al salir de los vestuarios le dijo a sus padres que dejaba el fútbol.

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El portero Nacho González marca dos penaltis

Y fue la mente la que aplazó su sueño europeo. Hace dos temporadas le pudo la presión de la grada cuando no le perdonaron algunos fallos y gritaban el nombre de Cicovic, el portero yugoslavo que hoy ocupa banquillo. La temporada pasada fue cedido al Pachuca mexicano, un equipo que tenía la única intención de permanecer en Primera. Pasó diez días sólo en un hotel de la ciudad preguntándose por su sueño europeo, la Liga española, la otra orilla del Atlántico.

Pero el fútbol le tenía guardada una sorpresa. El Pachuca quedó campeón, Las Palmas no encontró portero el pasado verano y quien no parecía contar para Segunda División terminó por hacerse con la titularidad en Primera. A pesar de que ha encajado varias goleadas (cinco goles contra el Villarreal, Valencia y Real Madrid), Nacho González está convenciendo a la afición con paradas de mucho mérito. A él se le atribuyen algunos puntos del campeonato, como los conseguidos contra el Espanyol (1-0).

Ahora ha entrado en la historia del fútbol español por marcar dos goles en un encuentro de Liga en Primera y porque uno de ellos supuso el gol 1.000 en esta temporada. Pero el Nacho González de la intimidad es más. Admite que su peor defecto es su carácter. Le gusta dormir mucho, utiliza la misma camiseta si ganó con ella el último partido. De niño idolatraba a Fillol y si no hubiera sido portero habría sido arquitecto. Teme a la muerte desde que es padre.

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