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Bertrand de Billy pide paciencia para renovar la Orquesta del Liceo

El director dice que le quedan tres años

'Los que aplaudían eran muchos más que los que pitaban, pero ha quedado la bronca', dice con resignación Bertrand de Billy, que considera que siempre hay personas a las que no gustan determinadas decisiones referentes a la línea musical o estética de un teatro de ópera. 'Me siento comprometido con el Liceo, confío en la filosofía que está siguiendo el teatro y no intentaré cambiarla en nada', asegura.

El director musical del Liceo, que en 2002 debutará en el Festival de Salzburgo, afirma que se comprometió a reestructurar y renovar el coro y la orquesta, y lo cumplirá. 'Mi contrato no expira hasta 2004, todavía me quedan tres años y quien va despacio va seguro', dice. 'La renovación del coro era mucho más fácil que la de la orquesta porque había un buen número de coristas a punto de jubilarse. Desde la inauguración del teatro hasta hoy han entrado 17 personas y en las audiciones el nivel era muy alto. Pero el caso de la orquesta es muy diferente'.

Desde la inauguración del teatro, en octubre de 1999, a la Orquesta del Liceo sólo se han incorporado ocho nuevos instrumentistas, número que De Billy reconoce insuficiente para que el público pueda notar un cambio sustancial. 'El nivel de la orquesta desde Turandot hasta hoy ha cambiado, los músicos tenían muchos problemas después de cinco años de interinidad, sin director musical y sin teatro. Faltaba motivación y era necesario un cambio de actitud. Eso se ha conseguido y para mí lo más importante de un concierto no es que la orquesta y el coro actúen como los mejores del mundo, sino que lo hagan lo mejor que puedan, y esto está sucediendo'.

'El público debe ser paciente, porque no voy a despedir a nadie -humanamente nunca lo haría-, y no podemos precipitarnos contratando músicos que, por muy buenos que sean, después no se integren en el conjunto', prosigue el director musical del coliseo de La Rambla, quien destaca que los planes de renovación, que afirma que se han llevado a cabo de acuerdo con el director general y el director artístico del Liceo, son a largo plazo.

De Billy agrega que la próxima temporada se empezará a notar un cambio sustancial en la orquesta. 'En septiembre se incorporarán ocho nuevos músicos, pero la orquesta aún no estará completa porque faltarán por cubrir otras 10 plazas vacantes', explica. 'Cuesta mucho encontrar buenos músicos. No es una excusa, a todas las orquestas les sucede lo mismo, en España, Alemania o Estados Unidos. Se hacen audiciones y apenas se contrata a nadie porque el nivel es bajo'.

Explica el director musical que el Liceo ha recibido invitaciones para actuar en el extranjero, pero que por el momento no se aceptan por prudencia. 'Desde la inauguración, y durante cinco años, creo que es importante que la orquesta y el coro permanezcan en casa, aunque algunas invitaciones, como la del Auditori de Barcelona y una de Valencia, las hemos aceptado'. ¿Les avergüenza acaso salir al extranjero? 'No. No creo que debamos avergonzarnos de nada', asegura De Billy, 'pero no podemos interpretar Mozart en la Ópera de Viena, aunque sí podríamos ir con la ópera Gaudí, de Joan Guinjoan, o La Fattucchiera, de Vicenç Cuyàs, y cito estos dos ejemplos porque me han preguntado por ellos', concluye.

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Bertrand de Billy, ayer en el Liceo.
Bertrand de Billy, ayer en el Liceo.CARLES RIBAS

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