Boeing elige la ciudad de Chicago como nueva sede social de la compañía

Boeing, primer fabricante mundial de aviones, anunció ayer que su nueva sede estará en Chicago. Las palabras de Phil Condit, presidente de una de las marcas más universalmente reconocidas, fueron para la ciudad del lago Michigan como si hubiera conquistado el Oscar. Unos 500 directivos y empleados cualificados de Boeing comenzarán a trabajar en Chicago a partir de septiembre. Las plantas para la fabricación de aviones seguirán en Seattle (Washington), donde hay 76.000 de los 200.000 empleados que Boeing tiene en Estados Unidos y en el resto del mundo.

Boeing sorprendió al mundo en marzo al anunciar que su sede social iba a dejar Seattle, donde la compañía fue fundada en 1916, y donde tiene, y mantendrá, el grueso de sus plantas de diseño, desarrollo y fabricación de aviones, que producen el 60% de los 50.000 millones de dólares anuales que mueve la compañía. Seattle, en el extremo noroeste del país, se había convertido en una pesadilla para Condit, que debe mantener frecuentes viajes a Wall Street y a Washington, a seis horas en avión de su oficina. Chicago está más céntrico y mejor comunicado con el resto de las dependencias de Boeing y su aeropuerto internacional tiene mejores condiciones que Dallas (Tejas) y Denver (Colorado), las otras dos ciudades que competían por lo que puede equipararse a una sede de los Juegos Olímpicos.

Las tres ciudades han luchado a brazo partido. La disputa ha estado llena de intriga, con la compañía haciendo todo por triplicado.Ayer mismo, sólo cuando el piloto del avión de Condit despegó de Seattle supo cuál era su destino. El Estado de Illinois (donde está Chicago) ha ofrecido entre 25 y 30 millones de dólares en exenciones fiscales, y el condado de Cook, que acoge a la ciudad, podría rebajar sustancialmente los 40 millones de dólares en 20 años que correspondería pagar a Boeing por el edificio que va a ser su sede, una torre que se mira en el río Chicago justo en la orilla opuesta a la Lyric Opera. El Congreso de Illinois prepara la modificación de los pesos tolerados por el aeropuerto de DuPage, un aeródromo menor, para acoger la flota corporativa de Boeing.