Lis dice que la Alfons el Magnànim es 'la primera editorial valenciana'

La Institució Alfons el Magnànim 'es la primera institución editorial valenciana incluyendo las empresas privadas', afirmó ayer el diputado de Cultura de la Diputación de Valencia, Antonio Lis. La primera 'en el volumen de edición, independientemente de la calidad', puntualizó posteriormente en la presentación de las novedades del organismo, al tiempo que señalaba la necesidad de ser más selectivos para reducir la 'excesiva' producción. No obstante, mostró una 'gran satisfacción tras unos primeros momentos titubeantes' por los últimos resultados, después del desmentalamiento de la Institució Valenciana d'Estudis i Investigación (IVEI), que había consolidado un indudable prestigio en el ámbito intelectual, como demuestra el alcance de Debats, revista que, sin embargo, ha experimentado varias modificaciones desde que el PP accedió al poder y se hizo cargo de su dirección Rosa María Rodríguez Magda.

En la última, se ha eliminado el papel couché, que a juicio del director de la Alfons el Magnànim, Ricardo Bellveser, es incompatible con una revista de pensamiento. Bellveser especificó que el promedio de publicación de la Alfons el Magnànim es de 'un libro cada cuatro días' y destacó fundamentalmente los convenios suscritos con las editoriales Hyperión, Bromera y Algar para publicar las obras ganadoras de los alicaídos premios Ciudad de Valencia. Bellveser manifestó su intención de convertirlos en los premios 'más interesantes del panorama español'. Para ello se ha elevado a dos millones y medio de pesetas la dotación. El director del organismo, además, resaltó el acuerdo con el Instituto Cervantes para distribuir libros valencianos.

Por su parte, el diputado del PSPV, Robert Renau, señaló ayer que la institución no 'facilita las ventas de los libros desde 1998', a pesar de sus peticiones. Renau indicó que apenas se venden libros y que se publican muchos títulos carentes de rigor y de labor investigadora. El socialista criticó la autocomplacencia de la institución y la pérdida de identidad y de proyección de publicaciones como la revista Debats.