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¡Mejor que el primo Vince!

McGrady, familiar de Carter, cierra la temporada NBA como gran estrella

La NBA realizó justo unos días antes de comenzar la Liga regular una encuesta entre periodistas, comentaristas y aficionados sobre quién sería el jugador de mayor progresión durante la temporada. El más votado fue Tracy McGrady, recién fichado por Orlando Magic procedente de Toronto Raptors. Unos meses después la Liga ha hecho oficial ese galardón y se lo ha concedido al propio McGrady: ¿Por qué? 27 puntos y ocho rebotes por partido, casi el doble de lo que logró el año pasado. Su aportación ha sido vital para llevar al Magic hasta los playoff donde se han topado con Milwaukee y ayer fue eliminado. Pero McGrady es candidato a formar parte del mejor quinteto de la temporada después de haber sido titular del equipo del Este en el All Star. Jugador total: anota, asiste, rebotea, defiende y asume la responsabilidad cuando el partido está en el aire.

McGrady pertenece a ese grupo de jugadores prematuros que no ha pasado por la incubadora de la universidad para llegar a la NBA. Al igual que Bryant y Garnett ha llegado directamente del instituto a profesionales. Dentro de tres semanas cumplirá 22 años y ya ha cumplido su cuarta temporada en la liga. Se crió en Auburndale, ciudad muy próxima a Orlando. Este dato fue fundamental para que este verano se decidiera a fichar por los Magic, para así volvería a degustar los spaguettis de su madre, su comida favorita.

Pronto los ojeadores de instituto se fijaron en el talento de este joven de Florida. En un campus organizado por Adidas, McGrady asombró a todos, aunque la estrella era Lamar Odom (hoy en los Clippers). Nadie quería defender ni ser defendido por Odom, Tracy sí. Anotó 30 puntos delante de su abuela Roberta la que siempre le decía: 'No olvides nunca que eres el mejor atleta que he visto en mi vida'. Desde Carolina del Norte Joel Hopkins, entrenador de la Academia Cristiana Mount Zion, llegó a Auburndale para reclutar a Tracy. Para la familia era el instituto ideal, un chico con problemas de disciplina se topaba por vez primera con la rectitud religiosa: no le estaba permitido blasfemar, escuchar rap, llevar joyas, tener novia o faltar a algún servicio religioso.

En su último año en Mount Zion fue elegido por el Toronto Raptors en el número 9 del draft. Con apenas 18 años debutó en la NBA y firmó un contrato por tres años, pero no tuvo todos los minutos que merecía en un equipo falto de talento como los Raptors. Al año siguiente la franquicia canadiense seleccionó en el draft a Vince Carter, primo lejano de McGrady. En el quinteto inicial, ambos se convirtieron en la pareja de moda de la Liga, y hubo quien les consideró los sucesores del dúo Jordan-Pippen. Juntos consiguieron clasificar a Toronto para los playoff por primera vez en su historia.

Pasaron tres años y Mc Grady se convirtió en agente libre y en uno de los jugadores más codiciados del pasado verano. Orlando, después de despedir a casi toda su plantilla, tenía dinero suficiente para fichar a lo mejor. Falló con Tim Duncan pero consiguió a Grant Hill y Tracy McGrady. 'No es nada personal, pero prefiero el clima de Florida'. Firmó por siete años y 92,5 millones de dólares (17.000 millones de pesetas).

Los primos lejanos, que no son íntimos amigos, se separaron, comenzaron las comparaciones y rumores sobre desavenencias. En cuanto a quién es mejor jugador, todo ha cambiado desde que McGrady ya no juega a la sombra de su primo. Butch Carter, el técnico del Raptors que la pasada temporada le regateó minutos, reonoce ahora que Tracy 'tiene mayor talento que Vince'. El base de Orlando, Darrell Armstrong es de la misma opinión: 'Puede hacer más cosas de las que hace su primo'.

Tracy se ha hecho cargo de la educación de su hermanastro Chance. La madrastra de Tracy, Jaclyn, ha perdido la batalla contra el cáncer y está a la espera del desenlace. La familia no quiere que el pequeño Chance presencie la agonía de su madre. Como todo es prematuro en la vida de McGrady, ahora también tendrá que ejercer de padre antes de lo previsto.

Tracy McGrady, en un partido con Orlando.
Tracy McGrady, en un partido con Orlando.AP

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