Protesta multitudinaria al agotarse las entradas para una atracción
Las celebraciones del Dos de Mayo mostraron ayer su lado menos festivo. Cientos de personas colapsaron durante casi una hora una atracción instalada por la Consejería de Cultura en la plaza de Felipe II. El motivo: las entradas, a un precio de 200 pesetas, se habían agotado. 'Tenemos un cupo y la gente no lo ha sabido entender. Parecía que iban a morirse si no entraban, y casi nos pegan', aseguró Paloma Juárez, coordinadora de la instalación, que tuvo que llamar a la policía para que pusiese orden.
Los afortunados que consiguieron pasar a Levity, una carpa gigantesca con túneles de colores, debieron esperar más de dos horas de cola. 'Hemos estado bajo la lluvia un buen rato, pero ha merecido la pena', comentaban unos jóvenes a la salida.
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