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La lluvia enfría la polémica del Primero de Mayo en Valencia y Alicante acoge la manifestación más nutrida

La tormenta diluyó las tensiones de un Primero de Mayo maratoniano. Llovió con furia en Valencia, incluso granizó. Los manifestantes, 5.000 según los organizadores y 1.500 de acuerdo con la Policía Local, no recordaban una celebración tan pasada por agua ni tan rápida como la de ayer. El agua azotó todo a su paso, paraguas, pasquines, pegatinas, octavillas y banderolas, y forzó a los participantes a cubrir el recorrido de todos los años en apenas media hora. La conmemoración de la fiesta del Trabajo en Alicante fue la más numerosa, con unos 10.000 asistentes, y un tiempo más propio de la primavera.

En Valencia, el estrado preparado para los parlamentos de los dos secretarios generales de UGT y CC OO del País Valenciano, Rafael Recuenco y Joan Sifre, respectivamente, se quedó finalmente vacío. Ambos acordaron a última hora anular los parlamentos escudándose en el mal tiempo, pero lo cierto es que justo entonces cesó la tormenta y se abrieron los primeros claros. Los dirigentes prefirieron no calentar el ambiente después de una manifestación tan penosa como la de ayer, en la que la gente aguantó estoicamente el chaparrón.

Un discurso que no se realizó 'única y exclusivamente por el elemento atmosférico', aseguró Recuenco. 'Ante los problemas que existen es necesario que los dos sindicatos nos sentemos a dialogar y replantearnos la unidad de acción', agregó el dirigente. En la fiesta que UGT dio a continuación en el Paseo de la Alameda de Valencia, el propio Recuenco defendió la decisión de no realizar los discursos finales. 'Seguramente hemos acertado porque alguna chinita nos habríamos echado', puntualizó.

Recuenco denunció la reforma laboral, que tildó de 'inútil', la precariedad en el trabajo, la siniestralidad, que el lunes sumó tres nuevos accidentes en Alicante, y la situación de los inmigrantes para la que pidió soluciones. El responsable sindical recordó las razones que llevaron a UGT a no firmar el pacto de pensiones e insistió en que 'hay condiciones para convocar una huelga general'.

Joan Sifre, secretario general de CC OO-PV, rebajó poco después el tono de las discrepancias: 'La unidad de acción no se ha roto, sólo ha habido un desencuentro'. El dirigente recordó la renegociación del Acuerdo Valenciano por el Empleo y la Formación, del que anunció que se cambiará el nombre y los contenidos. 'Debe lograrse un gran acuerdo que tenga entidad', apuntó Sifre. Éste expresó también su apoyo a los inmigrantes y alertó del peligro de que se cree un mercado de trabajo paralelo, con un nuevo sistema de economía sumergida 'caracterizado por la pérdida de derechos de los trabajadores, en este caso inmigrantes, tengan o no papeles', dijo.

El Primero de Mayo contó con una amplia representación de políticos de la izquierda. El secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, el ex presidente de la Generalitat Joan Lerma, la diputada socialista en las Cortes, Cristina Moreno, el coordinador de EU, Joan Ribó y los concejales en el Ayuntamiento de Valencia Rafael Rubio (PSPV) y Antonio Montalbán (EU) se sumaron a los actos de Valencia.

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Pla definió la realidad laboral de 'difícil para el conjunto de los trabajadores'. El dirigente socialista reivindicó un cambio de enfoque en el diálogo social y evitó opinar sobre las diferencias entre UGT y CC OO. 'Nos gustaría que hubiera unidad de acción', comentó aunque prefirió mantenerse 'al margen de la política de los sindicatos'. Una unidad que Joan Lerma calificó de 'fundamental' para 'plantar cara al Gobierno'. 'Veo argumentos graves para oponerse a la política del Gobierno', dijo en relación con la idea de UGT de convocar una huelga general.

A la unidad sindical se refirió también Joan Ribó. 'Sin unidad será imposible afrontar los problemas que estamos teniendo', dijo. El coordinador de EU aseguró: 'Estamos viviendo los efectos de una contrarreforma laboral'. Ribó reivindicó 'empleo estable, de calidad y seguro'.

Los chubasqueros y paraguas, tantos como manifestantes, alternaban con carteles, globos y pancartas reivindicativas. Entre ellas la de la asociación de los inmigrantes de Ecuador, a la que pertenecen más de 30.000 personas en España y 2.700 en la Comunidad. Dos de sus portadores, Heriberto Chicausa y Elsa Brilla, repasaban sus reivindicaciones: 'Reclamamos la legalización de los papeles lo antes posible y no sólo para los que ya llegaron sino para los que están llegando'. Brilla denunció la explotación que sufren los trabajadores inmigrantes y recordó a gobierno y empresarios que los españoles emigraron hace años a Ecuador. 'Queremos que se nos considere aquí como los tratamos allí', defendió.

Hubo inmigrantes que aprovecharon el Día del Trabajo para trabajar. Luis y Fabián se acercaron hasta la fiesta de UGT para mostrar su género. 'Vamos a ver si lo podemos aprovechar. Nos conviene estar por acá', comentaban. Fabián pidió la Administración 'los documentos' y que les faciliten 'los requisitos' para abrirse 'al campo laboral'. Un campo que para José Rafael, que con 15 años llegó a Valencia hace tres meses, 'es muy duro'.

En Alicante tuvo lugar el acto más nutrido del día. Las críticas a la reforma laboral y la demanda de derechos para los inmigrantes protagonizaron los actos del día, en los que participaron 10.000 personas, según los organizadores, y unas 5.000, según la Policía Local. La manifestación partió de las escalinatas del Instituto Jorge Juan y concluyó en la Explanada, donde los secretarios generales de UGT y CC OO de L'Alacantí, Javier Cabo y José de la Casa, respectivamente, leyeron sendos comunicados. La manifestación contó con una destacada participación de trabajadores extranjeros que reclamaron la agilización del proceso de regularización. Los inmigrantes hicieron el recorrido con una pancarta con el lema Somos necesarios, respeten nuestros derechos. En cuanto a los partidos políticos, la mayoría de los cargos públicos del PSPV, entre ellos la diputada nacional Leire Pajín y el senador Ángel Franco, asistieron a la manifestación, así como los representantes de EU.

El secretario de CC OO criticó durante su parlamento la reforma laboral, a su juicio negativa para los trabajadores. De la Casa responsabilizó de los efectos de la reforma tanto al Gobierno como a los empresarios. El líder de CC OO también se refirió a la unidad sindical. En este sentido dijo: 'Hemos acudido a la manifestación con ilusión y convicción unitaria, aunque hay que ser conscientes de que algo nos ha dividido, pero éste no es el foro ni el momento de someter esto a debate'. Javier Cabo abundó en el rechazo sindical a la reforma laboral porque 'es regresiva y saca a la luz los contratos basura para jóvenes, mujeres e inmigrantes'. Ambos expresaron su solidaridad con las víctimas de los malos tratos y con quienes sufren la discriminación por raza o sexo.

En Castellón fueron 850 los trabajadores en la manifestación, que partió de la plaza de la Independencia y culminó una hora más tarde en la plaza de las Aulas, frente a las sedes de los sindicatos, donde los representantes sindicales se dirigieron a los concentrados. Los trabajadores de Sintel portaron pancarta propia y los interinos del sector de la enseñanza, convocados por el STEPV, seguían a la manifestación principal. Tras ellos, cientos de trabajadores convocados por la CGT.

La manifestación del Primero de Mayo en Valencia, ayer bajo la lluvia, a su paso por la avenida de Navarro Reverter.
La manifestación sindical de ayer en Alicante.
La manifestación del Primero de Mayo en Valencia, ayer bajo la lluvia, a su paso por la avenida de Navarro Reverter. La manifestación sindical de ayer en Alicante.OLIVARES NAVARRO

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