Las lecciones de Mariscal

'Estamos en una sociedad primitiva en la que todavía hay que pagar por aprender diseño, pero seguro que nuestros hijos ya no pagarán, porque la sociedad habrá entendido que es mucho mejor tener a gente preparada y que invertir en cultura hace que luego todos seamos más ricos en conocimientos. Nunca hay que pagar por aprender. Por eso, esta escuela debería ser gratuita y pagada por el concejal de Cultura'.

Con un discurso desordenado y salpicado de bromas y anécdotas, el diseñador valenciano Javier Mariscal se metió ayer en el bolsillo a los alumnos del Centro de artes plásticas y diseño Kunsthal, ubicado en Irún, que estos días celebra las segundas Jornadas de diseño de jardín. El padre de la mascota olímpica Cobi explicó a los estudiantes algunos de los detalles del parque público que ha diseñado para la ciudad dormitorio de Móstoles en colaboración con la paisajista Ane Barrutia, también presente en el seminario.

Dunas, falsos árboles o gatos salvajes a base de festuca son algunos de los elementos que dan forma al parque, que rodea a un teatro. 'Móstoles necesita, como tantas ciudades dormitorio, una identidad y, por eso, planteamos enseguida espectáculo' al diseñar el parque, subrayó Mariscal.

El diseñador -que cuenta también entre sus hijos a Twipsy, la mascota de la Exposición Universal de Hannover 2000- puso como muestra de obra 'espectáculo' el Guggenheim de Bilbao. En su opinión, Frank O. Gehry 'nunca podrá hacer un edificio más afinado que éste', pues 'es una falla, pero, al mismo tiempo, es una reflexión muy buena de lo que es el entorno'.

El Guggenheim o el aeropuerto diseñado por Santiago Calatrava son para Mariscal dos ejemplos de que Bilbao 'se ha dado cuenta de que es bueno empezar a utilizar una arquitectura más internacional, más arriesgada, aunque te puedas equivocar'. Y es que el diseñador valenciano afincado en Barcelona cree que, en general, el País Vasco, a nivel de urbanismo, es 'un clasicón'. 'Se ve que aquí la gente está enganchada todavía en el siglo XVIII y XIX, el rollo burgués de aquí está marcando y nadie se arriesga', manifestó, para añadir que 'el lenguaje, la tecnología, la industria..., está cambiando cada día, y el diseño tiene que estar representando todo ese cambio'.

Así, y guiado por la filosofía de 'sorprender' y 'reivindicar', afirmó que le apetece 'hacer cosas'. Y como muestra un botón. Mariscal -al que los alumnos de Kunsthal mostraron el trabajo realizado en la plaza que antecede a la escuela con motivo de las jornadas- está inmerso en proyectos tan variados como un pequeño parque de atracciones en el sur de Italia, donde se han 'inventado' una civilización mediterránea, o la fachada y el interior de un hotel en Bilbao, pasando por el rediseño paisajístico de Gavà, cerca de Castelldefels, que auguró 'polémico', o el canal de información urbana a través de una Intranet para los autobuses de Valencia y Sevilla.