PSE y PP confían en una alta participación para ganar en Euskadi
Arranca la campaña con 65.000 electores nuevos
La séptima campaña electoral autonómica de la democracia en el País Vasco arrancó ayer con los dos partidos políticos no nacionalistas, PSE y PP, convencidos de que si hay una alta participación electoral podrán gobernar en Euskadi. Los comicios del 13 de mayo son los primeros que, según los sondeos, pueden acabar con los 20 años de hegemonía de los nacionalistas en las instituciones vascas. Hasta el día de ayer, 42.732 ciudadanos habían solicitado votar por correo, casi el triple que en los últimos comicios, en 1998.
Las pistolas y las bombas de ETA, que han causado 29 muertos en los últimos 16 meses, tras la ruptura del alto el fuego en diciembre de 1999, dejaron al PNV sin apoyos suficientes y le forzaron a disolver el Parlamento antes de tiempo y fijar la fecha de las elecciones, a las que están convocados 1.780.843 ciudadanos, de los que casi el 30% no ha nacido en el País Vasco.
Dirigentes populares y socialistas han insistido en los últimos días en la necesidad de combatir la abstención, que suele ser mayor en las elecciones autonómicas (un 35,4% de media) que en las generales (29,6%) que se celebran en Euskadi, para sumar entre ambas fuerzas los 38 escaños necesarios para lograr la mayoría absoluta.
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, vaticinó ayer que, si el candidato popular, Jaime Mayor Oreja, consigue ser el próximo lehendakari, la banda terrorista se sentirá más justificada para actuar.
La coalición electoral PNV-EA eligió Álava, un feudo con mayoritario apoyo al PP, para iniciar la campaña electoral. Populares y socialistas prefirieron comenzar su carrera por los votos en Bilbao.
Los tres candidatos con mayores posibilidades de convertirse en lehendakari -Juan José Ibarretxe (PNV-EA), Jaime Mayor (PP) y Nicolás Redondo (PSOE)- opinan hoy en EL PAÍS sobre las nuevas competencias que necesitaría Euskadi.
