Morientes vuelve a recaer y hoy se decide si pasa por el quirófano

La pesadilla de Fernando Morientes vivió ayer un nuevo capítulo, que quizá se convierta en el epílogo de la temporada actual. El delantero madridista volvió a romperse en el entrenamiento del equipo, y recayó de su eterna lesión en el pubis, lo que ha llevado al club y al propio jugador a estudiar una solución definitiva. Tan definitiva como el quirófano.

Morientes, Del Bosque y el doctor Del Corral tienen la palabra. Hoy se reunirán y decidirán si lo mejor, en vista de los acontecimientos, es cortar por lo sano y operar. El jugador lleva sufriendo los mismo problemas desde principios de temporada, y de hecho su baja provocó un sinfín de rumores sobre la posible contratación por parte del Madrid de un delantero centro.

No hizo falta. Del Bosque halló la solución en casa (Guti) y la recuperación de Morientes se llevó con paciencia. Reapareció éste en la sexta jornada y desde entonces sufrió hasta cuatro recaídas. Siempre con los mismos síntomas, "un dolor agudo en la zona afectada", según explicaron ayer los médicos del Madrid.

La enésima recaída

De lo que no hay duda es de que la temporada ha sido un tormento para Morientes, que ha jugado 21 partidos de Liga, pero ninguno de ellos completo. Hace 20 días se produjo el penúltimo pinchazo, que llegó en el partido ante el Las Palmas, que abandonó en el descanso. La recuperación fue la habitual, y las únicas dudas que quedaban en la mañana de ayer residían en la fecha del regreso, bien en el partido ante Osasuna, bien ante el Bayern.Pero llegó el nuevo pinchazo, el enésimo, y Morientes abandonó el entrenamiento. En la clínica se le realizó otra resonancia magnética nuclear, de la que hoy se harán públicos los resultados. Pero los indicios no son nada buenos: "Los datos que conocemos nos indican que el pubis está sufriendo porque está muy inflamado", decía ayer un miembro del servicio médico del club.

Por ello, quizá lo mejor sea solucionar el asunto cuanto antes. En el caso de pasar por el quirófano, Morientes se sometería a la misma operación que su compañero Flavio Conceiçao, y la recuperación se alargaría entre dos o tres meses, por lo que Morientes no volvería a jugar hasta la pretemporada, más o menos un año después de romperse por primera vez.