El arquitecto de Cultura que informó del Cabanyal es apartado del cargo
La Consejería de Cultura ha optado por apartar de su puesto al arquitecto-inspector encargado del patrimonio histórico-artístico en la ciudad de Valencia, José Ignacio Casar, autor de informes sobre proyectos singulares como el plan de reforma interior del barrio de El Cabanyal-Canyamelar o la construcción de un hotel en la parcela del solar de Jesuitas. José Ignacio Casar ingresó con carácter interino en su puesto de inspector en 1994. Tras ganar poco después su plaza en propiedad mediante oposición en la Consejería de Obras Públicas siguió en su puesto mediante la concesión de una comisión de servicios avalada por la propia dirección general de Patrimonio para garantizar la continuidad de las labores de inspección en la ciudad de Valencia. La Administración valenciana opta ahora por no renovar su comisión de servicios, aunque sí mantiene otras ya existentes.
La plataforma cívica Salvem El Cabanyal organizó ayer un concierto de cacerolas en la plaza de las Cortes de Madrid dirigido por el compositor Leopoldo Amigo para expresar su protesta al plan urbanístico del Ayuntamiento de Valencia que pretende dividir el barrio en dos con la prolongación de la avenida de Blasco Ibáñez. Posteriormente, los integrantes de la plataforma cívica celebraron una mesa redonda en el Ateneo de la capital de España en la que intervinieron el escritor José Luis Sampedro; el profesor de la Universidad de Salamanca, Dario Corbeira; el vicepresidente de la Confederación de Asociaciones de Vecinos, Antonio Caño; así como los portavoces de la oposición municipal Ana Noguera (PSPV) y Antonio Montalbán (EU), que sustituyeron a las diputadas Carmen Alborch y Presentación Uràn que transmitieron su apoyo a las reivindicaciones y excusaron su ausencia por la coincidencia con el debate sobre el Plan Hidrológico Nacional que se discutía en la Càmara.
Sampedro, en su intervención, criticó la quiebra que se está produciendo en el sistema democrático donde los legislativos se ponen a los pies de los ejecutivos y tachó de 'atropello' el plan urbanístico de El Cabanyal. El académico reivindico el derecho de la gente a elegir su modo de vida y reconoció el impacto que le provocó ver la convivencia vecinal existente en el tradicional barrio marítimo de Valencia. Carmen Alborch elogió el ejemplo que demuestran los vecinos y expresó su confianza de que el proyecto urbanístico no se acabe realizando.
Por su parte, los ediles valencianos y los integrantes de Salvem El Cabanyal reiteraron sus críticas al proyecto. Una iniciativa urbanística que ayer presentó el Ayuntamiento de Valencia en su puesto del certamen Urbem de Feria Valencia.
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