'Estoy mosqueado, nadie me ha dicho nada de mi renovación'

La experiencia no vacuna contra la sorpresa. Ni siquiera a Alberto Herreros (Madrid, 1969), que después de 13 temporadas en la Liga ACB afronta una situación inédita en su carrera. A dos meses para que concluya su contrato con el Real Madrid, aún no ha empezado a negociar un nuevo acuerdo. Herreros no lo entiende y, aunque mantiene que su preferencia es el Madrid, ya ha dado orden a sus representantes de que le busquen un equipo. Lo que tiene claro es que no volverá a Estudiantes, cuya afición no le perdona su fuga al Madrid hace cinco años. Ambos equipos se enfrentan hoy en Liga ACB en el Raimundo Saporta.

Pregunta. ¿Dónde va a jugar Herreros el año que viene?

Respuesta. Espero, y deseo, seguir en el Real Madrid.

P. Pues faltan dos meses para que acabe su contrato y aún no se han sentado a negociar. No parece muy normal.

R. No es muy normal y nunca me había pasado, así que tampoco sé cómo afrontarlo.

P. ¿Alguien del club ha hablado con usted en algún momento? ¿Le han dicho que espere a final de temporada, que no se impaciente, que se busque equipo...?

R. Hablé con Ramón [Fernán-dez, subdirector de la sección de baloncesto] hace tiempo. Parecía que todo se iba a solucionar; pero al final, no. El resto han sido todo mensajes por la prensa.

P. ¿Y con otras personas?

R. Con Ramón nada más. Y en enero, así que ya ha pasado mucho tiempo.

P. ¿Se ha marcado una fecha en la que seguir en el Real Madrid dejará de ser su prioridad?

R. El Madrid es mi primera opción, pero...

P. ¿Pero?

R. Pues que yo nunca había tenido agente ni nadie que me representara y ahora sí lo tengo. Eso es un paso adelante, ¿no?

P. Por si acaso.

R. Me parece algo normal. Me quedan dos meses de contrato y no sé nada. Lo lógico es que busque a alguien para que me mueva.

P. ¿Y no está preocupado?

R. Estoy tranquilo, pero también mosqueado. No me parece muy normal que no me hayan dicho nada.

P. Resultan paradójicas estas largas que le está dando ahora el Madrid con lo que le costó ficharle del Estudiantes hace cinco años y todo el revuelo que se montó.

R. Pues sí. Por eso digo que no entiendo la situación, pero si el club quiere llevarlo así...

P. ¿Ha dado instrucciones a sus nuevos agentes de que empiecen a escuchar ofertas?

R. Lo que les he dicho es que lo primero que quiero es seguir en el Madrid, pero que si no se puede, me intenten buscar algo.

P. Por ese lado no parece que vaya a tener problemas. Ya se habla de equipos interesados en ficharle, como el Unicaja, y usted ha dicho, además, que se siente capaz de jugar otros tres o cuatro años más.

R. Sí, sí. No voy a engañar a nadie, pero mientras tenga ilusión y ganas voy a seguir y creo que todavía voy a rendir a un gran nivel. Mi objetivo es quedarme aquí y retirarme aquí, pero si no me quieren tendré que buscarme las castañas en cualquier otro equipo. No hay problema.

P. ¿Incluido Estudiantes? Antes de Navidad se especuló sobre su posible vuelta.

R. Creo que aquello fue un globo sonda para ver cómo reaccionaba la gente. Y ya se vio.

P. ¿Eso significa que descarta a Estudiantes?

R. Está clarísimo.

P. ¿Sería el único equipo al que ahora diría no de entrada?

R. Nunca puedes decir que no, pero la afición me demostró que no quiere que vuelva.

P. ¿Los jugadores del Madrid coinciden con su técnico, Sergio Scariolo, en que el Madrid es inferior al Barça?

R. Yo, y hablo en nombre de toda la plantilla, no me considero inferior al Barcelona. En absoluto. Puede que ellos sean superiores físicamente, más fuertes, pero el juego no acaba ahí. Hay más cosas que influyen: mentalidad, talento, movilidad...

P. ¿Por qué entonces ese victimismo recurrente de los últimos años, alentado incluso desde el propio club?

R. No lo sé. Hay muchas cosas en las que no entro y ni siquiera entiendo. Siempre que hay un Madrid-Barça pasa algo.

P. Después de la decepción que supusieron los Juegos, ¿no cree que se debería haber evitado la polémica que ha rodeado la designación de Javier Imbroda como seleccionador?

R. El error ha sido de las tres partes. Por haber esperado hasta el último momento han acabado todos, la Federación, el Caja San Fernando y el técnico, de mala hostia. Lo ideal hubiese sido saber quién ida a ser el seleccionador nada más llegar de Sidney. El que más lo puede acusar es el propio Javier Imbroda. Conociéndole, estoy seguro de que todo esto le ha dolido.