La primera de muchas ofrendas
Unicaja culmina la celebración oficial con la visita a la patrona de la ciudad y la recepción en el Ayuntamiento
Con un aire más serio y con la frescura que da una semana desde la consecución del título, Unicaja inició ayer la celebración oficial por su victoria en la Copa Korac de baloncesto. Esta vez el entrenador Bozidar Maljkovic no se arrancó en serbio con el micrófono. Eran cosas de la noche yugoslava. Tampoco el joven Francis Perujo, oriundo del coqueto municipio de Cuevas del Becerro (Málaga), se lanzó a la fuente para rociar con agua a sus compañeros en la plaza de la Constitución. En esta ocasión proliferaban trajes de gala, buena planta y rostros de chicos buenos para visitar a la patrona de Málaga, la virgen de la Victoria, y para estrechar la mano de las personalidades políticas en el Ayuntamiento.
Es la otra cara de la celebración. Hace una semana aficionados y plantilla lo celebraron de forma desinhibida con el marcador del partido aún iluminado. Ayer, con la resaca ya superada, el único título europeo del baloncesto andaluz iniciaba su último peregrinaje: patrona, el alcalde Francisco de la Torre y el viernes el presidente de la Junta de Andalucía Manuel Chaves, un bético confeso.
La expedición de siete autobuses cargados de aficionados y con los jugadores llegaba puntual a las siete de la tarde a la iglesia de la Victoria. Los campeones del despiste se arremolinaban perplejos ante la calle Compás de la Victoria: '¿Por qué no se puede pasar?'. Un municipal repetía incansable la cantinela de la celebración de Unicaja. Y entre explicaciones llegaron los protagonistas que atravesaron el pasillo honorífico que cientos de hinchas realizaron en la entrada del santuario.
Ya dentro del templo, el párroco Ignacio Mantilla ejercía de apaciguador de ánimos para comenzar la ceremonia. Tras el breve mensaje de gratitud, el capitán del equipo Berni Rodríguez llevó los gladiolos y margaritas a la patrona. La imagen era inusual: la virgen de la Victoria, querubines y demás sagrados adornos combinados con rascacielos humanos y el trofeo más acariciado en la última semana.
La plantilla es de mayoría católica, aunque algunos son poco practicantes como reconoce el base Jaumin. La diversidad de nacionalidades ofrece también diferentes religiones: Sonko es musulmán y Abrams pertenece a la Iglesia Bautista.
Finalizada la ofrenda floral, la excursión al Ayuntamiento. Para que la espera no consuma los ánimos de los hinchas, la banda que normalmente acude al Palacio de los Deportes Martín Carpena amenizaba la demora con el apoyo de las ágiles animadoras.
Abrigados por los acordes de Paquito Chocolatero los jugadores descienden del autobús ante el desenfreno de un millar de fieles que, sujetados por las vallas y los policías, observan la enésima pose de los héroes con el trofeo. Es el último momento para gritar el 'campeones, campeones', cuyo eco resuena desde hace una semana. Ante el delirio, el más rumboso de la cuadrilla: Darren Phillip, una sonrisa andante que hizo protagonistas de su vídeo a los aficionados. El empeño en su grabación casera le costaba ser rescatado continuamente por algún encargado del club, que se guardaba de no extraviarlo de la expedición.
Las apuestas de futuros éxitos acompañan de momento a Unicaja. Así lo corroboraba el párroco de la Victoria que, cuando se despedía del entrenador Maljkovic, le espetó: 'Os espero dentro de unos meses'. El técnico serbio le tomó la palabra. Además, en el pitido final de los festejos en el consistorio, la pancarta de un aficionado rezaba: 'Esto es sólo el principio'. ¿Ilusión o premonición?
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