Karmona: "Y yo, que vengo de Regional..."
En el Alavés hay tantos jugadores que proceden del fútbol de plata, de bronce o incluso de piedra que la sensación de haberse clasificado para una final europea y tras eliminar al Kaiserslautern por un resultado global de 9-2 es difícil de comprender dentro del vestuario. Ningún jugador acertó anoche a describirla, salvo con la palabra "euforia".
Antonio Karmona, el capitán, es un futbolista prototipo del Alavés: ascendió a Primera División con 30 años y después de haber pasado por todas las categorías del fútbol español. "Estamos en la final, con el Liverpool... Y yo, que he salido de la Regional Preferente...", comentó sin perder la compostura del responsable. En público, toda la plantilla derrochó aplomo. "Queríamos pasar por la UEFA aprendiendo y tratando de dejar el pabellón alto. Pero lo hemos dejado excesivamente alto".
El sentimiento de Karmona se extendía a sus compañeros. Y también, a Mané, quien, llegado a este punto, lo tiene claro. "Nuestro nivel de juego es para ponerse delante de cualquiera y ganar un partido a quien sea", advirtió el técnico, quien prefería como rival al Barcelona. Entre la plantilla, la mayoría soñaba con el Liverpool.
Hubo un presentimiento que indicó que el rival del Alavés sería el equipo inglés. Media hora antes de comenzar el partido de ayer, los aficionados del Kaiserslautern cumplieron una tradición de los últimos años al cantar el himno del Liverpool en los prolegómenos. Y no sólo en su campo, sino también se puede escuchar en otros alemanes. Al final del partido y teniendo en cuenta el 1-4, se rompieron las manos aplaudiendo al Alavés y también al Kaiserslautern. Hubo unanimidad, sin lugar a un solo silbido.
Adiós al rosa
El Alavés ya piensa en Dortmund. Sus dirigentes pretenden confeccionar una nueva camiseta, específica para la final de la Copa de la UEFA. El sorteo previo había otorgado al ganador de su semifinal la condición de visitante para la final, el próximo 16 de mayo. Y ahí chocan los colores del Alavés con los del Liverpool. Los ingleses tienen, como locales, el derecho a conservar su indumentaria habitual, lo cual impide a los de Mané vestir de color rosa porque no son compatibles.
Ante estas dificultades, el Alavés ha iniciado las gestiones para elaborar una nueva equipación, que sólo se utilizaría el día de la final. Su intención es conservar en la camiseta la inscripción de los nombres de los 13.000 abonados del club, aunque sin el rosa como color dominante.
De momento, sin embargo, se trata de una simple intención. En primer lugar, debe pasar el visto bueno de la UEFA. Además, el club vitoriano debe superar las trabas técnicas y económicas, de más fácil solución, aunque apremiadas por el tiempo. Hasta anoche, cuando se confirmó la clasificación, la directiva no pudo comenzar los trámites.
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