Guillermo del Toro vuelve con un 'melodrama con trasfondo gótico'
'El spinazo del diablo' se estrena mañana
'¿Qué es un fantasma? Un muerto que a veces parece vivo. Una fotografía borrosa. Un insecto encerrado en ámbar', dice Federico Luppi en las escenas finales de El espinazo del diablo. El fantasma es algo más que eso. Clama una venganza que llegará cargada de violencia. Para su director, Guillermo del Toro (Guadalajara, México, 1964) -que no estuvo ayer en la presentación de la película en Madrid-, se trata de un 'melodrama con trasfondo gótico', ambientado en un orfanato en el que la sangre no podía faltar porque es una 'malformación' de su cultura mexicana.
Los niños no sólo temen al fantasma, sino a la directora del centro (Marisa Paredes) y al portero (Eduardo Noriega) durante la guerra civil. Pedro Almodóvar, distanciándose de la opinión de Del Toro, piensa que se trata más de un relato de supervivencia: 'El fantasma de ese niño sirve como metáfora de esa gente que vive allí dentro y que está condenada a desaparecer y a convertirse en fantasmas'.
'Conocí a Guillermo en el Festival de Miami, en 1993. Él estaba allí para presentar su primera película, Cronos, y le dije que teníamos una casa de producción modesta y que si alguna vez estaba interesado que nos llamase. Él nos tomó la palabra y lo ha hecho', relató Almodóvar. Tequila Gang, la empresa de Del Toro, ha coproducido la cinta, que ha costado 1.000 millones.
El mexicano está rodando en Praga Blade II, una superproducción de 9.000 millones de pesetas. Almodóvar criticó su ausencia y culpó a los productores: 'Guillermo dice que en el cine americano no es el dueño de su trabajo. Hemos evitado que se volviese loco. Ni siquiera le han dejado estar aquí'. Aunque dejó claro que El Deseo no era 'un orfanato para directores con problemas'.
Almodóvar anunció que en junio comenzará el rodaje de Hablé con ella, con cuatro protagonistas que han comenzado a ensayar, pero cuyos nombres no quiso dar. '¿Tienes un papel para mí?', preguntó Marisa Paredes. 'Sí, una profesora de danza', contestó el manchego a su sorprendida musa.
Babelia
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