El Madrid aumenta su ventaja al ganar en Las Palmas y tras perder el Deportivo en Zaragoza
El Madrid no se cansa de ganar, al menos en la Liga, en la que ha vencido en tres de sus últimos cuatro partidos. Todo un botín en estos tiempos, con el grueso del pelotón de cabeza de patinazo en patinazo. Con o sin fatiga, lo cierto es que el Madrid metió ayer la directa hacia el título con su victoria en Las Palmas, máxime tras la derrota del Deportivo en Zaragoza. El equipo de Del Bosque evidenció las mismas carencias que hace una semana frente al Numancia, ha perdido energía y su juego es demasiado remolón; pero le sonríen los pequeños detalles. Frente a los sorianos un zapatazo de Figo, en el Insular un remate de Guti propiciado por la pájara de los dos centrales del Las Palmas. De nuevo Guti sacó las castañas del fuego al Madrid, como a principios de temporada, cuando Morientes estaba en la enfermería. El nueve ha vuelto, pero está irreconocible y su peso en el equipo es nulo. Sin Raúl, que se quedó en casa por una lesión, Morientes era más necesario que de costumbre y el equipo pagó su ineficacia hasta que Guti se asomó por el área de los canarios y, con su gol, empujó al Madrid hacia el título.
Una escapada propiciada por el fiasco del Depor, que se estrelló en Zaragoza. El actual campeón, atolondrado aún por la zurra recibida en Leeds, fue un muñeco en manos de su rival, sobre todo tras el enésimo cortocircuito mental de Djalminha, que se fue de la plaza después de patear brutalmente a José Ignacio. El Deportivo circula ya a ocho puntos del Madrid, cuando sólo restan treinta por dirimir. Además, en caso de empate final a puntos, el Madrid lleva ventaja.
Mucho peor lo tiene el Barça, al que el Mallorca aprieta de nuevo de los puestos de la Liga de Campeones. Los azulgrana aparecieron dormidos por Villarreal y los castellonenses les fulminaron en los primeros minutos, hasta sellar un 3-0 en el marcador. Los de Serra Ferrer reaccionaron y en el último suspiro lograron el 4-4 definitivo. Como tantas y tantas veces le ha ocurrido esta temporada, el Barça dio señales alarmantes por su falta de pegada. Necesitó hasta 17 remates a portería, algunos tan claros como el penalti fallado por Rivaldo, para arañar un punto.
Si por arriba el colchón del Madrid parece suficiente, por abajo las cosas se complican semana a semana. Por primera vez en 24 jornadas, la Real no está en zona de descenso tras ganar al Oviedo, que tiene el agua al cuello, como Valladolid, Osasuna, Racing y Numancia, el nuevo colista.
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