Zaplana propone diseñar las ayudas de la UE desde una perspectiva regional

Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, considera que el actual diseño de la política regional de la Unión Europea 'es insuficiente para acometer un verdadero proceso de convergencia', incluso sostiene que muchas iniciativas comunitarias resultan 'indiferentes, cuando no contrarias a los objetivos de la cohesión'. Por eso apuesta por introducir una concepción horizontal de las ayudas europeas que tome en consideración la perspectiva regional en todas aquellas políticas comunitarias que, a la postre, son objeto de tratamiento territorial.

El presidente de la Generalitat presentará hoy un primer borrador del informe sobre la política de Cohesión Económica y Social de la Comisión Europea ante los miembros de la comisión 1 del Comité de Regiones (CdR) en la localidad sueca de Malmö.

Zaplana someterá el documento ante el órgano del CdR que se ocupa precisamente de política regional, fondos estructurales, cohesión económica y social, y cooperación transfronteriza e interregional.

Su propuesta ofrece peso a las autoridades de las administraciones regionales en el diseño de las grandes estrategias para lograr equilibrar los indicadores de renta de los ciudadanos del conjunto de la UE. Un caso singular, que ilustra la posición del presidente, es el modelo de distribución de las ayudas para Investigación y Desarrollo que, en la actualidad, se concentran en las zonas punteras en I+D, las más ricas de la UE.

Las propuestas que Zaplana defenderá en su informe sobre la cohesión en el seno de la Unión Europea incluyen una invitación a la generosidad hacia las regiones más atrasadas que reciben ayudas específicas en la actualidad. La ampliación de la UE a partir de 2006 y la previsible disminución de las ayudas para regiones como la Comunidad Valenciana - actualmente receptora de fondos por su consideración de Objetivo 1- en favor de las necesidades de adaptación de los países del Este no deben tener limitaciones previas, según Zaplana. 'Es aceptable analizar las prioridades para acordar los modos de gestión y la distribución de dotaciones', admite Zaplana en su propuesta, 'pero es contradictorio con la fijación apriorística de un techo de las contribuciones comunitarias para la política de cohesión', un techo que se ha fijado ya una cantidad máxima equivalente al 0,31% del PIB del conjunto de la Unión Europea.

Pero más allá de la generosidad en abstracto, Zaplana barre hacia casa. La propuesta sugiere modificar al alza el actual listón estadístico que soporta el reparto de fondos para dilatar más allá de 2006 las ayudas que hoy reciben las regiones Objetivo 1.

Criterios diferenciados

La iniciativa se completa con otra propuesta para aplicar criterios distintos a la hora de repartir fondos entre las regiones actualmente consideradas atrasadas y los países que se incorporen paulatinamente a la Unión Europea.

La vertiente cicatera del informe se completa con una llamada de atención hacia los gastos que derivados del cumplimiento de las exigencias comunitarias que deben asumir, entre otras, las administraciones regionales.

En líneas general, Zaplana considera que la actual concepción de la política regional de la Unión Europea 'predominantemente asistencial, es insuficiente para acometer un verdadero proceso de convergencia real, ya que éste precisa de la colaboración de los Estados miembros y de las demás políticas comunitarias'.

La colaboración de los Estados miembros, según el presidente de la Generalitat, 'es necesaria para explicar a los ciudadanos los logros y las ventajas de la cohesión'. 'Además, esto supone que los Estados asumen el principio de cohesión y extienden su aplicación más allá del ámbito comunitario para incorporarlo a nivel nacional y de las instituciones comunitarias', añade el documento.

En su ponencia, Zaplana mantiene que las distintas políticas comunitarias son 'indiferentes, cuando no contrarias a los objetivos de la cohesión, por lo tanto la clave de la convergencia reside en la aplicación de políticas comunitarias distintas de la política regional y esto se plasma, por ejemplo en la contemplación del cuadro de la pobreza'.

Por eso, aboga por convertir la política regional en una política horizontal que introduzca la perspectiva regional en la planificación y ejecución de todas las políticas comunitarias susceptibles de tratamiento territorial.

El informe sobre la cohesión en el seno de la UE que Zaplana somente hoy a la comisión 1 del CdR consta de cuatro partes. La primera analiza la situación y tendencias; la segunda estudia la contribución de las ayudas europeas destinadas a fomentar la cohesión; la tercera aborda el presupuesto y la contribución de las políticas estructurales para la cohesión económica y social; y la última, recoge las conclusiones y recomendaciones que Zaplana considera relevantes.