'Se busca a Radic'
Los sucesos de los primeros partidos de la semifinal en Atenas han marcado a la afición del Tau. El affaire de la canasta fantasma, los incidentes posteriores, la repetición del primer encuentro... Han soliviantado a los seguidores baskonistas más de lo recomendable. El Fernando Buesa Arena, un pabellón de los más imponentes de la España baloncestística (se registra una media de 8.000 espectadores por partido) se convirtió ayer, más que nunca, en una cancha a la griega. Estuvo más caliente de lo habitual.
Varias pancartas se desplegaron en contra del AEK y de su entrenador, Dusan Ivkovic, y de los árbitros que dirigieron el primer partido, repetido el pasado miércoles con un saldo favorable a los vitorianos (65-90). El cartel más original decía, en inglés: 'Se busca'. Al lado aparecían las fotografías de los tres colegiados y sus nombres. El más popular, sin duda, Danko Radic, el croata que dio por válida aquella última canasta del AEK en el primer choque, pese a que entró 2,8 segundos después del tiempo reglamentario. Y continuaba la pancarta: 'Recompensa, un partido'.
Hubo otras incidencias menos inofensivas. Cuando un grupo de media docena de seguidores griegos intentó desplegar su propia pancarta minutos antes del partido, fueron recriminados por la afición vitoriana. Incluso llegaron a producirse algunos empujones y patadas entre unos y otros. Tuvo que intervenir la Ertzaintza, que sacó del lugar a los aficionados del AEK. Los incidentes no pasaron de ahí.
El aspecto del pabellón de Vitoria no tuvo nada que envidiar al OAKA ateniense. Se ocuparon las 9.500 localidades, algo no del todo extraordinario. Eso sí, el ambiente en las gradas recordó a la final de la Recopa de 1996, disputada en Vitoria, que dio al Baskonia su primer título europeo. Precisamente, ante otro rival griego, el PAOK.
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