Cuatro alumnos de una escuela de Barcelona resultan heridos por disparos de balines
El joven desapareció tras realizar los disparos, por lo que la policía realiza las pesquisas para localizar su paradero.
Eran poco más de las diez de la mañana. En el aula de 2º de ESO B realizaban un examen y tenían la puerta abierta porque hacía calor. Un estudiante notó algo extraño en la pierna. Se miró y vio que tenía sangre. Otra alumna, de otra clase, estaba de pie y sintió una cierta molestia, también en la pierna. Nadie sabía qué era, pero los pantalones habían sido atravesados por algo. Los dos fueron atendidos en la enfermería del centro. Casi de forma simultánea, en el patio, donde en ese momento se encontraban los alumnos de 3º y 4º de ESO -más de 100 jóvenes-, otros dos estudiantes fueron alcanzados por los balines.
'Nos dijeron que saliéramos del patio enseguida, y los que estaban en las clases que dan al patio que fueran hacia el comedor', explicaba ayer una alumna de 2º de ESO. No hubo escenas de pánico. 'La verdad es que no sabíamos qué estaba ocurriendo. Después nos lo contaron y tampoco pasamos miedo', explicaba otra alumna de 3º de ESO.
La directora del centro, Carme Batlle, señalaba que los disparos se tuvieron que efectuar desde los pisos más cercanos. Los heridos, tras ser atendidos en la enfermería de la escuela, fueron trasladados al hospital Clínico. Los cuatro fueron dados de alta después de ser curados de las heridas superficiales sufridas en la cabeza -en uno de los casos-, en las piernas y en los tobillos. Tres de ellos regresaron a la escuela pasado el mediodía. El cuarto tenía previsto irse de viaje.
La escuela Joan Pelegrí, perteneciente a la Fundación Cultural Hostafrancs, fue fundada en 1904 y tiene 1.700 alumnos de entre 3 y 16 años. El centro está en la calle del Consell de Cent, en el que se imparte ESO, Bachillerato y ciclos de grado superior.
Ante las primeras noticias de los disparos, numerosos padres se acercaron a las dos escuelas -la de primaria está situada a unas dos manzanas de distancia- para saber qué había ocurrido. Las familias de los cuatro estudiantes heridos y la dirección de la escuela presentaron denuncia ayer ante la policía.
La directora del centro dijo que lo ocurrido ayer es 'sorprendente' porque se trata de un barrio y una escuela sin problemas de violencia. Batlle dijo que no tenía constancia de ningún contencioso con el vecindario y señaló como posible causa que el autor quisiera 'divertirse'. Parecidos comentarios hacían los vecinos de la escuela y los comercios: 'No ha pasado nada, pero ha sido un susto considerable'
.La policía se presentó inmediatamente en el centro y la comisaría de Sants se hizo cargo de la investigación. Los agentes, que ayer por la tarde iniciaron la búsqueda del supuesto joven autor de los tiros, señalaron que el radio desde el que se efectuaron los disparos no puede superar los 50 metros, ya que ése es el alcance máximo de una escopeta de aire comprimido. La investigación trata de establecer la trayectoria de los balines, que entraron en una de las aulas, cuya puerta estaba abierta. La mayor parte de los edificios que rodean el patio no son muy altos -tres o cuatro pisos-y hay varios patios interiores.
Por otra, ayer se intentaba averiguar si en el entorno vecinal de la escuela Joan Pelegrí se había producido algún incidente, para lo que los investigadores recabaron la ayuda de la oficina municipal del distrito. En principio, la policía no cree que la agresión estuviese motivada por un deseo de venganza fuera un ataque dirigido hacia alguien en concreto. Al principio, la policía sospechaba de algún vecino cansado de la algarabía diaria que supone tener al lado una escuela con tantos alumnos. Fuentes policiales señalaron que los disparos con balines son agresiones bastantes frecuentes en peleas entre vecinos, 'pero no había pasado nada así en escuelas'. Comerciantes próximos al colegio se mostraron sorprendidos por la agresión y muchos coincidieron en precisar que la mayor parte de los niños y adolescentes del vecindario estudian en el colegio Joan Pelegrí, que es toda una institución en la popular barriada de Hostafrancs.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.