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El operador al-pi varía de estrategia para ser rentable a partir de 2002

El operador de cable al-pi, orientado al mercado empresarial catalán, ha adelantado un año su previsión de entrada en beneficios, ante las presiones para 'ir más deprisa' en la rentabilización de inversiones por parte de sus dos accionistas, Uni2 (France Télécom) y la Generalitat.

El nuevo director general de la empresa, Carlos Bages, explicó ayer la nueva estrategia de al-pi para alcanzar este año el umbral de rentabilidad, 'recortando gastos' y buscando 'sinergias' con Uni2, y en 2002 ganar ya dinero.

Sin embargo, la estrategia, consistente en volcarse en el mercado de las pequeñas y medianas empresas (pymes) apoyándose en la 'proximidad' al cliente de un operador catalán con el respaldo de un operador global como France Télécom, no es nueva sobre el papel, aunque sí en la práctica. Hasta hace poco, el 80% del negocio de al-pi, que en 2000 ingresó 2.005 millones de pesetas y que en 2001 quiere aumentar la cifra hasta 4.600 millones, ha venido de su contrato de servicios con la Generalitat. Bages quiere que el porcentaje sea inferior al 50%.

La empresa no excluye optar a continuar encargándose de la conexión de la red sanitaria pública, pese a que la Generalitat ha abierto un nuevo concurso por sus 'dudas' sobre los 'ritmos' de al-pi.

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