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Un director recién licenciado lleva al Círculo de Bellas Artes 'La zorra ilustrada'

El dramaturgo y crítico teatral Pedro Manuel Víllora estrena hoy en el Círculo de Bellas Artes el montaje con el que puso un colofón 'brillante' a sus estudios de director de escena en la Real Escuela Superior de Arte Dramático (Resad) el año pasado. Se titula La zorra ilustrada y es obra de un autor contemporáneo, Ignacio Amestoy. Aunque lo cierto es que la raposa que saldrá a pasear por las tablas de la sala Fernando de Rojas del Círculo está inspirada en las fábulas de Félix Samaniego, cuyo tono erótico las convirtió en pasto de las llamas de la Inquisición.

Samaniego, Amestoy y Víllora invitan a los espectadores a hacer un viajecito por los entresijos de la corte madrileña del siglo XVIII. Un acuerdo entre la Resad y el Círculo permite a un recién licenciado estrenar su pieza de final de carrera. El de este año es Pedro Manuel Víllora, que ha elegido esta obra por el ventarrón de libertad que supone la pieza, 'libertad de educación, de ser persona, de amar, de encontrar los aspectos lúdicos de la existencia'.

Su autor, Ignacio Amestoy, se adentró en los vericuetos cortesanos del siglo XVIII para ilustrar, entre otros, a sus paisanos vascos, 'despreocupados por la historia en general y, en particular, por la historia compartida con el resto de los españoles'. Amestoy recurrió al humor fino que se aprecia en el montaje para explicar por qué eligió a Samaniego. A su juicio, el fabulista fue 'el primer Anasagasti [portavoz del PNV en el Congreso] enviado a la corte para desbloquear algunas tiranteces en Madrid', y le definió como un individuo culto y libre, una condición, esta última, que, al entender del dramaturgo, escasea en el País Vasco en el momento presente. 'No hay libertad, sin duda. Se calla más que se habla; no hay comunicación en la sociedad vasca, y mis obras han querido ser un grito de libertad entre tanta opresión', remarcó Amestoy.

Y también una reivindicación del sexo frente a la pacatería de hace tres siglos: 'Es una comedia neoclásica que tiene como eje el comportamiento liberal alrededor del sexo, una parcela de nuestra realidad que es la primera en ser constreñida en una situación de represión', subrayó el autor. Por cierto, que su relación con Víllora ha sido 'excelente', según confesaron los dos implicados.

Traición a los textos

El director de escena ha gozado de la libertad que necesitaba, pues a Amestoy no sólo le deja indiferente que traicionen sus textos, sino que alienta ese comportamiento. 'He tenido absoluta libertad, aunque no he incurrido en el libertinaje; he procurado ser fiel y traicionarle sólo dentro de un orden', explicó Víllora al presentar el espectáculo, con Amestoy a su lado. Éste aprovechó para señalar que aborrece 'los montajes absolutamente obvios'. 'Me gusta ser traicionado por los directores, que no me respeten en absoluto, que sobrepasen la obviedad', dijo.

Víllora ya había probado fortuna como director, sólo que en el ámbito universitario. Por ejemplo, puso carne mortal a El balcón, de Jean Genet, o a El rey Lear, de William Shakespeare, entre otros, con alumnos de la Escuela de Arte Dramático (como ahora). También ha escrito obras de teatro, que le han granjeado premios; los más recientes son el Nacional de Teatro Calderón de la Barca 2000, por Bésame, macho, y un accésit al Lope de Vega de ese año, por La misma historia. Además, Víllora ha publicado un conjunto de relatos, ha ejercido de memorialista con Sara Montiel (Vivir es un placer) y ha hecho una disección literaria de Terenci Moix (La noche no es hermosa) y Ana María Matute (Casa de juegos prohibidos).

La zorra ilustrada, Círculo de Bellas Artes (Marqués de Casa Riera, 2; metro Sevilla). Hasta el 15 de abril. 2.000 pesetas.

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