Figo: "Ha sido un desastre"

Cansancio, falta de concentración, exceso de confianza, arrogancia y otras faltas graves y menos graves arguyeron ayer los jugadores y los técnicos del Madrid para justificar una derrota inesperada después de ir ganando con dos goles de ventaja en el descanso. "Cada uno debe reflexionar de forma individual sobre lo sucedido", musitó un Del Bosque serio, más grave que de costumbre. Por su espalda pasaban veloces y taciturnos sus jugadores: Helguera maldiciendo con un teléfono móvil en la oreja, Morientes clavando la mirada en el asfalto, Hierro como un tiro hacia el autobús y fuera de la luz de las cámaras... Roberto Carlos, como siempre, se detuvo. "Aparece el cansancio", dijo el brasileño; "pero de falta de concentración ni hablar... ¡No puedo tolerar que se diga una cosa así!".

"Lo que nos ha pasado no es fácil de explicar, pero tiene que ver con la falta de atención", subrayó, por su parte, Roberto Carlos. El brasileño enfatizó: "Estaba claro que ésto tenía que pasarnos, que tarde o temprano iban a llegar las críticas y los malos resultados". No obstante, el lateral quitó hierro a la derrota y dijo que el marcador final "fue un suceso".

Roberto Carlos no quiso que le cambiaran en el descanso, a pesar de que se retiró al vestuario tras el primer tiempo con un golpe en las costillas que le produjo una fisura.

De costumbre poco elocuente, Figo se frenó ante la prensa para decir la verdad con las tripas: "Ha sido muy sencillo: en la segunda parte hemos perdido porque nos hemos metido atrás. En la primera parte hemos jugado muy bien y en la segunda hemos sido un desastre". El extremo portugués estaba de muy mal humor cuando dijo que la pérdida de ambición de su equipo lo llevó a meterse en un atolladero: "Al descanso teníamos la eliminatoria encaminada totalmente y ahora tendremos que sufrir mucho para meternos en las semifinales. Nos ha faltado actitud, jugamos muy atrás".

El entrenador del Galatasaray, Mircea Lucescu compareció feliz tras comprobar que su augurio de días atrás se cumplía: "Merecimos el resultado; jugamos muy bien en el segundo tiempo. No sé si el cuarto gol fue válido o no. Empezamos muy bien el partido pero Jardel se olvidó de marcar a Helguera y fue gol. Después, otro jugador se olvidó de Makelel y gol. Cometimos dos errores importantes en el primer tiempo y el Madrid los supo explotar. En el segundo tiempo entramos con otra actitud. El segundo fue excepcional. Con todo no será fácil clasificarse, porque el Real Madrid siempre marca en su casa".

Una desgracia

En el Madrid, en el descanso, nadie habría sospechado el resultado final. "Teniendo en cuenta el 0-2, lo que nos ha pasado es una desgracia", dijo Celades, "pero no es para tanto si tenemos en cuenta los goles a nuestro favor". Helguera celebró su gol, y el de su amigo Makelele, como si lo de ayer fuera la final anticipada de Milán.

El medio centro cántabro estaba para reivindicarse ante sus críticos, que observan su baja forma física, su agotamiento. Y en el primer tiempo se pegó una fiesta. Su rostro era la imagen de la satisfacción, con los puños cerrados y la mirada torva, mientras celebraba el resultado. Media hora después, se agarraba de los pelos dando signos de desesperación. Fatih le había birlado la pelota y había centrado el gol del triunfo que metió Jardel de cabeza.

Poco después, Makelele se retiraba del campo sustituido por Celades. El francés sufría una contractura en el glúteo derecho.

"Hemos demostrado que podemos jugar mejor que el Real Madrid si no nos echamos atrás como en la primera parte", dijo Popescu al terminar.