Triunfo de Coulthard en Brasil

Por fin pudieron sonreír en McLaren. Un Mercedes logró ayer la primera victoria de la temporada para la escudería británica. Pero no fue el del finlandés Mika Hakkinen, sino el del escocés David Coulthard. Las cosas están cambiando en McLaren. El liderato de Hakkinen, doble campeón mundial, está en entredicho. La victoria de ayer, la décima en la F-1 de Coulthard, le relega a la posición de segundo piloto de la firma. Coulthard, segundo en Australia y tercero en Malaisia, se lo ha ganado.

El Gran Premio de Brasil resultó una carrera difícil y controvertida. Comenzó con el abandono de Hakkinen, que no logró poner su coche en marcha en la misma línea de salida. Prosiguió con una embestida de Rubens Barrichello a Ralf Schumacher, en la tercera vuelta, que supuso el adiós del de Ferrari y el posterior abandono del de Williams. Dio un vuelco espectacular cuando el Arrows de Jos Verstappen arrolló por detrás al Williams de Juan Pablo Montoya, líder hasta entonces. Y concluyó con un Michael Schumacher resignado a la segunda posición. El tercer puesto fue para el Sauber de Nick Heidfeld. Pero el alemán acabó ya doblado por los dos primeros coches.

La carrera aclaró, sin embargo, algunos conceptos. El fundamental, que la distancia entre Ferrari, McLaren y Williams va disminuyendo. 'La victoria está cerca', confesó Montoya tras la sensacional carrera que realizó hasta la vuelta 39ª de las 71 que componían el gran premio. La prueba se neutralizó en la primera vuelta mientras el coche de Hakkinen era retirado del centro de la pista. En cuanto se reanudó, Montoya protagonizó uno de los momentos menos vistos en los últimos años en la F-1: un adelantamiento a Michael Schumacher.

Pareció incluso sencillo. Simplemente, le pasó por el interior en la primera curva tras la recta de tribunas y las ruedas de ambos coches se tocaron sin que ninguno de los pilotos pestañeara.

El colombiano, debutante este año en la Fórmula 1, mantuvo el liderato y adquirió incluso cierta ventaja sobre Schumacher. Pero no pudo evitar que Verstappen le arrollara. Y sólo eso y la entrada en boxes de Schumacher dejó a Coulthard en el liderato de la carrera. Después apareció la lluvia, los cambios de neumáticos, el liderato de Schumacher durante sólo tres vueltas y dos errores de bulto del alemán que le obligaron a una rectificación espectacular al derrapar el coche y pisar la hierba. A partir de ahí, el conformismo.

Todo estaba decidido. Coulthard ganó, Schumacher fue segundo y Frentzen (Jordan) perdió la tercera posición al abandonar ya en la parte final de la carrera. Heidfeld lo aprovechó.