Kiko tira del Atlético
El jerezano lidera una gris victoria rojiblanca ante el Universidad
El Atlético en su versión de gelatina rojiblanca, tembloroso, regresaba a su estadio tras dos jornadas de desarraigo fuera de casa en las que sólo consiguió un punto. Venció. Pero costó. Mucho. Tanto, que el primer gol no llegaría hasta bien entrada la segunda mitad y lo tuvieron que meter entre dos jugadores. Amaya, que saltó a ciegas enbistiendo a Salva, y el sevillano, que acertó a cruzar el balón ante los aspavientos del meta canario Moises.
Hasta que los números de colores del marcador mostraron que el Atlético iba ganando, el popular fatalismo que circula por el Calderón ya se había instalado entre los rojiblancos. Los jugadores salieron nerviosos desde el túnel de vestuarios, un túnel que parecía el del tiempo y devolvía al peor Atlético de principios de temporada.
ATLÉTICO 2|UNIVERSIDAD 0
Atlético: Sergio; Njegus, Hibic, Amaya, Faggiani; Dani (Luque m. 86), Mena, Hugo Leal, Kiko; Correa (Aguilera m. 60) y Salva. Universidad: Moisés; Guillermo, Víctor (Romagnoli m. 85), Sergio, Ismael; Cañizares (Yerai m. 73), Alexis, Óscar, Jonathan, Santana y Prieto (Hernández m. 84). Goles: 1-0. M. 62. Salva anota de fuerte cabezazo. 2-0. M. 90. Aguilera marca solo. Árbitro: Eleicegui Uranga. Amonestó a Ismael, alexis, Njegus, Hibic y Faggiani. Unos 50.000 espectadores en el estadio Vicente Calderón.
Tanto es así que en el primer tiempo las mejores ocasiones fueron para los canarios. Una clara oportunidad del trotamundos Prieto tuvo que sacarla Mena cuando la pelota traspasaba la línea de gol. La banda izquierda era cosa de los canarios, y Jonathan y Santana conectaron en más de una ocasión para liar a Njegus.
Entre tanto nudo en el estómago de los rojiblancos, el balón se enmarañaba de área a área, de banda a banda, sin que nadie frenase el vaivén con un poco de inteligencia. Hugo Leal, convencido de su misión de mesías salvador, se empeñó en buscar el pase definitivo. Sin éxito. Moisés, el portero canario, no tenía más que adelantarse y coger el balón. Correa provocó más de un suspiro de impaciencia por su facilidad para regatear sin más objetivo que el de refugiarse en el córner para Dios sabe qué.
Mientras, el Universidad se aprovechaba del vértigo en la frontal del área que padecían, un balón si y otro también, Hibic y Amaya. El segundo tiempo mostró un Atlético levemente mejorado de sus ataques de pánico. Más vertical, encadenó varias acciones de mérito. Una pared entre Kiko y Dani acabó con un disparo de Salva que detuvo Moisés. Los rojiblancos, comandados por un Kiko con aspecto de pirata al abordaje, animoso y entonado, forzaron hasta cuatro córners consecutivos: un filón por la pésima colocación de los centrales canarios. Primero fueron Kiko y Amaya los que cabecearon sin oposición. Después, el jerezano de nuevo dispuso de un remate franco. Pero lanzaron fuera. El que acertó fue Salva: uno a cero y un poquito de aire.
Después, todo fueron carreras sin sentido, faltas desperdiciadas al borde del área para los visitantes y los aficionados rojiblancos al borde de un ataque de nervios en la grada.
Sin embargo, aún hubo tiempo para la redención de Aguilera, que falló en el último minuto frente al Córdoba un gol cantado. Esta vez aprovechó, también en el descuento, un pase magistral de Kiko para cerrar el partido.
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