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El brasero de CiU

Convergència ha encontrado en Barcelona la horma de su zapato. El desencuentro entre la ciudad y el partido se ha traducido en la quema de todos los candidatos a la alcaldía en nombre de CDC, que ha aportado siempre el cabeza de lista.

El primero fue Xavier Millet, en 1979. Obtuvo 8 concejales frente a los 16 del PSC y fue sustituido, en 1983, por Ramon Trias Fargas, que se benefició de la desaparición de UCD para ganar 5 escaños. Pero los 13 que obtuvo no sirvieron de nada frente a los 21 de los socialistas, que se beneficiaron del descalabro del PSUC.

Trias Fargas fue sustituido en 1987 por Josep Maria Cullell, que aumentó la representación de CiU: 17 concejales, arrancados en su mayoría a un PP que mostraba un comportamiento más que errático. El avance no debilitó al PSC, que repitió los 21 concejales y gobernó con placidez gracias al pacto con IC, que obtuvo 2.

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El año 1991 era de transición. Todos daban por vencedor a Pasqual Maragall, tras haber logrado los Juegos Olímpicos para la ciudad. Los resultados fueron casi un calco de los de 1987. Cullell cayó en el desánimo. En 1995 ya no fue cabeza de lista, sustituido por Miquel Roca Junyent.

Roca era una de las grandes figuras del partido. Se dijo entonces que, por vez primera, CiU se tomaba Barcelona en serio. El resultado fue el principio del desastre. Los 16 concejales que había logrado Cullell en 1991 se redujeron a 13, claramente insuficientes para desplazar a Maragall de la alcaldía. El PSC también retrocedió, pero mantuvo la vara de mando gracias al pacto con IC y ERC, que le dieron 21 votos frente a los 20 de CiU y PP.

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Molins abordó la campaña con tesón y se estrelló contra su propio partido, que no dudó en darle la espalda. El resultado fue una nueva caída, esta vez hasta los 10 concejales, resultado agravado por el avance de los socialistas, al límite de la mayoría absoluta.

Con el abandono precipitado de Molins, CDC cumple una tradición: quemar al candidato a la alcaldía de Barcelona. Esta vez ni siquiera ha esperado al final del mandato. Para el próximo brasero hay cuatro candidatos: Xavier Trias, Jordi Vilajoana, Pere Macias y Felip Puig.

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