_
_
_
_

La zurda de oro del hijo del orfebre

Vicente pasa en nueve meses de jugar en Segunda a la selección

Aquel chaval de 16 años que balbuceaba dando explicaciones sobre la cláusula de rescisión, 30.000 millones de pesetas, que le había endosado el Levante en su contrato, ya es internacional. Ahora ya no balbucea, lleva el pelo engominado, soporta con estoicismo los piropos de las jóvenes aficionadas y conduce un Audi A-3. En apenas tres años, Vicente Rodríguez (Valencia, 1981) ha pasado de ser un prometedor interior zurdo que jugaba en Segunda División B a ser convocado por Camacho para el amistoso que España jugará mañana ante Francia en Valencia.

'Todo va muy rápido. Esto es difícil de asimilar. Primero fiché por el Valencia, ahora la selección...', afirmó ayer Vicente, cuya progresión ha sido fulgurante. A los 16 años, José Enrique Díaz le hizo debutar con el Levante en Segunda División. Pero no sería hasta la temporada siguiente, en Segunda B, cuando Vicente se consolidaría en el primer equipo. Entonces, el Levante era entrenado por Pepe Balaguer. 'Siempre he dicho que tenía unas cualidades excelentes', afirmó ayer Balaguer, quien le dio continuidad al jugador, algo que dispararía la cotización del futbolista, ya tentado por clubes como el Valencia o el Real Madrid. 'Es una bellísima persona, un chico estupendo', afirma uno de los mentores de Vicente, Juan Gómez, muy vinculado a la cantera del Levante.

Consciente de la calidad de Vicente, el presidente del Levante, Pedro Villarroel, había incluido en el contrato del futbolista una cláusula de rescisión desorbitada: 30.000 millones de pesetas. Aquella maniobra sirvió para promocionar el nombre del chaval. Vicente aceptó aquella cláusula a cambio de un aumento de sueldo y un trabajo para su padre, orfebre por entonces desempleado, como jardinero del campo del Levante.

La joya de la cantera del Levante, internacional en todas las selecciones inferiores, fue fichado por el Valencia el pasado verano por 600 millones de pesetas. Una operación que satisfizo a todos los involucrados. Al jugador porque fichaba por un club de Primera División y sus emolumentos aumentaban considerablemente: pasaba de cobrar unos 20 millones de pesetas anules a ganar más de 100; al Valencia porque adquiría un buen futbolista por una cantidad razonable; y al Levante porque ingresaba 600 millones de pesetas y otros 100 en caso de que el jugador fuera convocado por la selección, como acaba de ocurrir.Vicente y Fina, los padres del interior zurdo recién convocado por Camacho, acudirán hoy al parador de El Saler (Valencia), donde está concentrada la selección, para ver entrenarse a su hijo. Ya hace tiempo que el padre de Vicente dejó de ir al campo del Levante a cortar el césped. Entonces se hartó de oír que su hijo tenía una zurda de oro pero un físico enclenque. Ahora ya no tiene que escuchar sandeces: Vicente ha fortalecido sus músculos y está a punto de debutar con la selección.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_