Salidas a Bolsa a contracorriente
Las sociedades bajarán los precios para atraer a inversores escarmentados de OPV previas
El apetito de los ahorradores por el nuevo papel procedente de las ofertas públicas de venta (OPV) se ha frenado. Las bolsas atraviesan los peores días del año y ya es necesario remontarse a 1998 para situar el nivel del índice del mercado madrileño. Todas las plazas mundiales están en pérdidas que llegan a ser espectaculares en los mercados e índices ligados con la tecnología.
El tecnológico Nasdaq ha perdido en el año el 23,19% de su valor, mientras que el Neuer Market alemán ha caído nada menos que el 45,8%. La Bolsa de Madrid acumula un descenso superior al 4%, mientras que el índice Footsie londinense y el Dow Jones norteamericano se han dejado en el año el 12,67% y el 12,15%, respectivamente. Unas caídas que han esfumado muchos billones de pesetas de las bolsas mundiales. En el caso del mercado madrileño las pérdidas no son muy abultadas, aunque la Bolsa vale ahora 406.647 millones de pesetas menos que a finales del pasado ejercicio.
En este contexto, 10 sociedades han anunciado su interés por salir a cotizar a la Bolsa española. En los mercados europeos más de 50 compañías buscarán colocar su papel entre grandes y pequeños inversores. La renta variable no está de moda entre los ahorradores y, por ejemplo, la colocación de Iberia no está gozando de la aceptación que disfrutaron ofertas lanzadas a finales del pasado ejercicio, como la de Telefónica Móviles. El propio presidente de la SEPI, Pedro Ferreras, manifestaba el pasado viernes su preocupación en la colocación y se daba de plazo hasta el próximo 1 de abril (día de fijación del precio), para decidir si la oferta se realizaba finalmente.
Los inversores están escamados con el nuevo papel. De las ofertas, tanto de OPV como de ampliación de capital (OPS) que se realizaron el pasado año, sólo Gamesa y el BBVA han dado ganancias a los inversores. Así, la pérdida media de las últimas colocaciones se sitúa en un 24,44% respecto al precio marcado en la oferta. El papel nuevo tiene un inconveniente respecto a los títulos de más tradición. No existe una base de accionistas que adquirieron esos títulos a distintos precios y eso supone una ausencia de soportes en un momento de casi pánico bajista como el vivido esta semana por los mercados financieros. Por ello, cualquier rebaja respecto al precio de colocación deja en pérdidas a la totalidad de accionistas.
Un factor que se debe tener muy en cuenta en los precios, ya que estas sociedades deben añadir una rebaja para superar este inconveniente. Las valoraciones han cambiado sustancialmente en sólo unos pocos meses. A las nuevas acciones, comparadas con sus homólogas de sector, se les permitían unos multiplicadores que ahora ya no se sostienen porque la expectativa de menores beneficios empresariales han llevado a un ajuste de los precios. Ya no es posible colocar el papel a los mismos múltiplos y, por supuesto, resulta muy difícil vender papel de compañías que se encuentren en pérdidas y que anuncien beneficios a muy largo plazo. Un caso muy habitual entre las compañías de Internet.
Una mayor exigencia de los inversores para adquirir acciones en las colocaciones que, eso sí, no responde a falta de liquidez. Los inversores disponen de dinero suficiente para absorber con facilidad las ofertas, pero ese dinero está optando por acudir a lugares más seguros como la renta fija o las imposiciones bancarias a plazo fijo.
El mal momento de las bolsas tiene, sin embargo, lecturas positivas para los inversores que acudan a estas ofertas. Ana Rivero, directora de análisis de BSN Banif, comenta 'que el mercado está mal a corto plazo y no va recibir mucho papel nuevo. Eso sí, las compañías que salgan en este contexto deberán ofrecerse baratas, pues de lo contrario no se colocarán. Si, como pensamos, las bolsas mejoran a final de año puede resultar interesante acudir a estas ofertas, siempre y cuando se coloquen a buen precio. En otros ejercicios era fácil colocar caras las acciones, pero los inversores están escamados con las últimas OPV y van a mirar mucho más el precio', explica.
Una de las consecuencias de la elevada volatilidad en los mercados se aprecia en la oferta actual de Iberia. La compañía ha establecido una banda de oscilación entre precio máximo y mínimo muy generosa. Así, el precio definitivo de la oferta se establece entre las 285 y las 356 pesetas con una horquilla muy amplia que puede ser utilizada por el colocador para adecuarse a las circunstancias del mercado en el momento de realizar la operación.
Así, en las colocaciones previstas para este ejercicio será común establecer unas diferencias tan altas entre precios que sean capaces de asumir la elevada volatilidad de las bolsas. Con datos facilitados por Merrill Lynch, en las mayores ofertas realizadas en el último ejercicio, los emisores han optado por irse a los rangos más bajos en la horquilla de precios.
Por debajo de las bandas
Por ejemplo la firma Telenor que inicialmente ofreció un rango entre 50 y 68 euros por título, acabó optando por colocarlos a 42 euros. Lo mismo le ocurió a la firma de telecomunicación Orange que acabó por vender la acción a 9,5 euros, precio que estaba por debajo de su rango inicial que iba de los 11,5 a los 13,5 euros. La salida de Orange fue determinante para demostrar las dificultades en la colocación durante el presente ejercicio en el sector de las telecomunicaciones. Telefónica Móviles también se fue a la parte baja al situar en 11 euros una oferta donde el precio máximo era de 13,25 euros. Una salida que ha contado siempre con el signo negativo para los inversores que ya la primera semana veían caer su precio el 5,9%. Pese a estas medidas más cautelosas, sólo la Deutsche Post y la Deutsche Borse están ofreciendo una ganancia a los inversores, dentro de las OPV de más de mil millones de euros realizadas recientemente en Europa.
Otra de las formas de desprenderse de papel será mediante la colocación directa a inversores institucionales. Algunas ofertas previstas, como la de la papelera Ence, no contarán con tramo minorista y las acciones que actualmente posee el Estado en la compañía se venderán a grandes inversores.
Comparar antes de comprar
El papel que se ofrecerá este año a los inversores en el mercado español es muy variado y cuenta con representantes sectoriales que pueden ayudar a los inversores a establecer comparaciones sobre los precios. Unicamente, la firma de juego (casinos, máquinas tragaperras) Codere y el intermediario bursátil Renta 4 carecen de ese elemento comparativo, aunque sociedades similares se negocian en otras bolsas mundiales. Airtel, dentro de las telefonías móviles, el Banco Sabadell, Enagás, el Grupo Correo e Inditex tienen referencias claras que permiten a los inversores saber si estos valores se están ofreciendo baratos o caros.
Un ejercicio que deben realizar los ahorradores cuando se decidan por participar en estas ofertas. Saber a qué multiplos cotizan compañías del sector es una garantía para saber si se está o no en precio de mercado, hecho que lógicamente, no exime de riesgos futuros de evolución de las bolsas.
Manuel Esteve, del departamento de emisiones de Merrill Lynch en Londres apunta que 'el mercado es ahora mucho más selectivo, aunque no está cerrado al papel nuevo que aparezca. Eso sí, no está dispuesto a pagar por empresas que no ofrezcan un historial y un cash flow (beneficios más amortizaciones) solvente. Las sociedades de la nueva economía tendrá que esperar algo más para colocarse', afirma.
Este experto considera que hay elementos positivos para absorber el papel, pese a este sesgo más selectivo de los inversores. 'Hay muchos fondos de inversión y pensiones que se encuentran con mucha liquidez y, por tanto, pueden acudir sin dificultades a las ofertas interesantes. Además, la desaceleración en el número de emisiones que ya se está viendo a lo largo del actual ejercicio, te permite que las ofertas existentes se escuchen con mucha más atención por parte de los colocadores y los inversores. Ya no hay la avalancha de papel de pasados años'.
Siguen pendientes varias ofertas en el mercado español correspondientes a valores de Internet. Meta 4, Tecnoland, Lanetro siguen en la parrilla de salida, pero el carácter más selectivo del dinero llevará a que sólo puedan colocarse en un mercado de tendencia claramente alcista.
Los propietarios de las compañías también se retraen en estos momentos de incertidumbre del mercado. Saben que ahora colocarán sus títulos por precios muy inferiores a los que hubieran pagado los inversores hace sólo unos meses. Sin embargo, compañías de telefonía móvil, fuertemente endeudadas no tendrán otra salida que la búsqueda de recursos en las bolsas, cuando emitir renta fija les supone un problema para su solvencia financiera.
Los grandes pierden
Salir a Bolsa supone enfrentarse al dictamen de los inversores, donde las valoraciones varían día a día. Un caso curioso es el del grupo núcleo de accionistas de Iberia que, dependiendo del precio definitivo que se conocerá el próximo 2 abril, habrá pagado entre un 28% y un 42% más por los títulos de Iberia que lo que tendrán que abonar los accionistas que acudan a la oferta bursátil. Cosa muy parecida ocurrirá con la operadora Airtel. Cuando el BSCH se desprendió de su participación, esta compañía se valoró en torno a los 4 billones de pesetas, un precio que ahora no estará dispuesto a pagar el mercado. Y es que en valoraciones, los libros lo aguantan todo, pero la Bolsa no.
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