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No hay sorpresas en las listas electorales. Los partidos vascos han decidido que, en todo caso, la sorpresa llegue el día del recuento de votos, y han elaborado unas candidaturas a base de políticos ya conocidos y con amplia experiencia para los comicios más inciertos de la democracia en el País Vasco.

Y eso que en cada casa han tenido que solucionar los problemas de manera diferente. El acuerdo de coalición PNV-EA ha obligado a situar a ocho candidatos del partido de Garaikoetxea en puestos cabeceros de las listas, lo que ha provocado problemas de encaje para algunos nombres del PNV, que ha colocado a Ibarretxe como cabeza en Álava, una provincia en la que va a perder, según las encuestas. El PP ha elegido a los líderes con más tirón para impulsar el cambio que predican. Rabanera en Álava, que simboliza la sustitución del PNV, y Mayor Oreja, en VizcaMadrid. La novedad del PSE es Jesús Loza, que en Álava sustituirá como cabeza al asesinado Buesa.