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Un 57% de los ciudadanos rechaza la reforma laboral impuesta sin consenso

CC OO y UGT intentan superar sus divergencias

El 57% de los españoles considera que el Gobierno no debió aprobar la reforma laboral sin el consenso de los agentes sociales, frente a un 21% que estima que hizo bien y un 22% que no sabe o no responde, según los datos del sondeo que semanalmente realiza el Instituto Opina para la cadena SER, conocido como el pulsómetro. Para un 52%, la reforma del Ejecutivo era necesaria, mientras que un 19% considera que no lo era.

El 45% de los encuestados piensa que se podría 'enrarecer' el clima social al aprobar la reforma sin acuerdo social, frente al 24% que opina que no afectará. Un 43% de los preguntados rechaza la medida adoptada por el Ejecutivo de extender el abaratamiento del despido con 33 días de indemnización por año trabajado para favorecer la contratación indefinida a jóvenes, mujeres o parados, mientras que el 31% mostró su apoyo.

El 38% de los entrevistados culpa al Gobierno de que la tasa de paro española siga siendo la más alta de la Unión Europea, mientras que un 21% la achaca a los empresarios, un 6% a los sindicatos y un 5% a los trabajadores.

La respuesta de los sindicatos a esa reforma fue analizada ayer en el encuentro de los líderes de CC OO y UGT, José María Fidalgo y Cándido Méndez, para recomponer el desacuerdo surgido a raíz de la propuesta de UGT de promover un paro general, desestimada por CC OO. Ambos sindicalistas estudian otro tipo de protestas y, sobre todo, tienen el punto de mira en la mesa de pensiones, que se reunirá previsiblemente el próximo viernes.

Entre las dos centrales no hay discrepancia en que ese diálogo fracasará si el Gobierno lleva formalmente a la mesa una propuesta hasta ahora sólo sugerida y consistente en aumentar el periodo de cálculo de las futuras pensiones, desde los 15 años hasta los 35.

En la reunión en Mérida de la Ejecutiva del PSOE se tuvo en cuenta ayer la escalada del Gobierno y del PP en torno a una hipotética actividad del partido socialista para promover una huelga general. Su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, mostró un enfado inédito en él. 'De todo lo que oigo al Gobierno es de lo que más me ha indignado; es intolerable, es incierto y es una cobardía que muestra la falta de responsabilidad del Gobierno al no asumir que el fracaso en el diálogo social es suyo, y, por lo tanto, la culpa es suya'. El líder del PSOE aseguró que no es partidario de las huelgas generales, y confirmó que su partido presentará su propia alternativa a la reforma laboral junto a una enmienda a la totalidad.

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