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SUCESOS

El libro sobre el 'caso Alcàsser' que un juez ordenó retirar de la circulación es accesible en Internet

En 1998, Juan Ignacio Blanco, el periodista que propagó junto a Fernando García -padre de una de las tres víctimas del crimen de Alcàsser- todo tipo de extravagantes teorías sobre los asesinatos de las adolescentes Míriam García, Antonia Gómez y Desirée Hernández, publicó un libro sobre el tema. Blanco creía que los delincuentes Miguel Ricart y Antonio Anglés, los autores del crimen, no habían participado en los asesinatos y eran títeres en manos de una conspiración de poderosos. En el libro se recogían esas teorías acompañando a muchos extractos del sumario del caso, así como a las propias fotografías sumariales de las autopsias a los cadáveres. Rosa Folch, madre de Desirée Hernández, inició acciones legales contra Blanco por considerar que había vulnerado el derecho a la intimidad de ella y de su hija. A finales del año pasado, el juez falló a su favor. La sentencia condenaba a Blanco a indemnizar a Rosa Folch y a 'retirar de la circulación' el libro ¿Qué pasó en Alcácer?

Efectivamente, el volumen hoy no se puede encontrar en las tiendas. Pero sí en Internet, formato al que han estado transcritas sus más de 500 páginas, y donde han estado reproducidas algunas de las fotografías de las autopsias. Los autores de la transcripción tienen página web en la red, y en ella se puede encontrar el libro. Se autodenominan Colectivo Viriato Luchador y, según explican en su página, son un grupo de familias descontentas con la 'versión oficial' del caso. Han constituido una especie de plataforma llamada El Rapitán, y se muestran conscientes de que su acción sortea la ley: en su web apuntan que el libro transcrito fue 'secuestrado por orden judicial' y en ella también se puede encontrar la sentencia por la que Blanco fue condenado. Sugieren que nada tienen que ver con Blanco o Fernando García, a los que confiesan admiración. No obstante, han transcrito, además del libro, diferentes diligencias y documentos del sumario, del cual Blanco y García tenían copia.

Este atrevimiento virtual vuelve a poner en tela de juicio los límites legales de Internet, y consolida la web como el último bastión en las teorías de la conspiración sobre el caso Alcàsser. Otros internautas, autodenominados Colectivo El Palleter, llevan meses enviando e-mails a los medios de comunicación en los que atacan a todos los que tuvieron que ver con la investigación del crimen.

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