El Madrid salvó el escollo de Unicaja

Un Real Madrid esplendoroso resolvió el rompecabezas gigante que le planteó Unicaja y salvó el tremendo escollo que supuso la tenaz e implacable resistencia del equipo anfitrión, que una vez más, como viene siendo regla inamovible desde hace 17 años, tendrá que mirar la Copa desde lejos. El partido fue extraordinario. La puntuación baja podría dar a entender otra cosa. Pero la escasez de puntos no fue producto de una especulación burda y descarada. Simplemente sucedió que ambos equipos se mantuvieron en un equilibrio absoluto a base de un descomunal esfuerzo defensivo.

A pesar del dramatismo que acarreó cada jugada, el partido no se decantó hasta el bocinazo final, hasta que el triple que lanzó en última instancia Sonko, no fue a dar contra el hierro. Cayó fuera el balón y quedó fuera Unicaja.

El Real Madrid tuvo el mérito de no descomponerse en el primer acelerón del equipo malagueño que, a base de triples de Mrsic, se lanzó a tumba abierta: 11-0 y 16-9. Pero a base de dominar en el rebote y de mover el balón con la inteligencia que lo hace Djordjevic el Madrid fue recortando diferencias e incluso se situó varias veces por delante. Unicaja tampoco bajó los brazos en un partido de una intensidad descomunal en el que, en apenas doce minutos, ya habían sido alineados más de 20 jugadores. El menor de los despistes se pagaba con una canasta y eso, ayer, era poco menos que pecado mortal. El Real Madrid tuvo una fugaz ocasión para abrir brecha (44-50) pero Unicaja se aferró a su suerte a base de igualar el contador de los rebotes, especialmente tras la aparición del gigante francés Weis.

Era de cajón que un partido como el de ayer iba a decantarse en los instantes finales. Y tampoco entonces se descompuso nadie. Al Unicaja simplemente le faltó una pizca más de acierto para igualar el impresionante acelerón final del Real Madrid que salió de una nueva situación delicada, con 65-61, gracias a dos triples de Herreros y un tiro libre de Raúl López pero entonces, con 65-68, Mrsic volvió a meter su último triple, el quinto de su cuenta particular, para empatar a 68.

El Madrid volvió a tomar ventaja (68-70). Lucio Angulo anotó dos tiros libres (68-72) y a renglón seguido cometió el tremendo error de hacerle falta a Sonko cuando sólo faltaban siete segundos. Una falta innecesaria que le dio la última posibilidad al Unicaja ya que Sonko anotó los dos tiros libres; Mrsic le hizo falta a Herreros sin que se moviera el reloj. Herreros anotó sólo uno de los dos tiros (70-73). Y quedó entonces esa última posibibilidad que Sonko falló lanzando al hierro.