Un líder en las grandes citas
Recuperó el Barça a Rivaldo, que es tanto como recuperar la pegada (29 goles este año). En el Camp Nou no estaban ni él ni Catanha, así que tuvo Balaídos la oportunidad de contemplar un duelo de goleadores que el barcelonista se metió en el bolsillo. Destrozó al equipo de Vigo con un balonazo impresionante que Pinto apenas pudo señalar y desequilibró la eliminatoria con un golpe franco sensacional. Como ya viene siendo habitual esta temporada, Rivaldo fue grande en otra gran noche. Así ocurrió esta temporada en Leeds, Milán y Chamartín. Al final, el brasileño se tuvo que retirar antes de tiempo por una lesión.
Sólo se necesitaron 43 minutos para contemplar que es cierto eso de que el Celta y el Barcelona se hacen mucho daño, lo que refleja que se trata de dos equipos de ataque sin retrovisor. Fueron tres cuartos de hora que dejaron tres pedazos de diamante, porque el tanto que anotó Catanha rivalizó con los de Rivaldo. Por la espuela de Mostovoi, que le dejó la pelota en la bota, y por la forma en que la sacudió el cangrejo hacia el primer palo de Reina.
Además de goles fulminantes, el partido dejó mucho fútbol por parte del Celta y una muestra más del amaneramiento del Barcelona, que se dejó dominar y quedó a expensas de su capacidad de definición. Catanha se nutre de lo que le envían Karpin, Mostovoi y Gustavo López, un futbolista determinante en los registros del goleador hispano-brasileño. Obligado por las ausencias, Reiziger tuvo que echarle el lazo al extremo argentino, y pasó el tormento con cierto alivio. Salió en cualquier caso perdedor en uno de los duelos más intensos que vivió el choque, abordado una y otra vez por un Gustavo López.
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