El encarcelado por el crimen de Canillas afirma que se vio envuelto en la pelea

Alrededor de medio centenar de jóvenes de dos barrios vecinos, Manoteras y Canillas (ambos en Hortaleza), se enfrentaron, hacia las 18.00 del sábado, en una pelea callejera en la calle de Gomeznarro de ese distrito. Un joven de Manoteras, Jaime Merino Carrera, de 22 años, falleció en la reyerta de una puñalada en la espalda. Un arma blanca le entró por la región escapular izquierda y le atravesó el corazón. Cayó de rodillas, sangrando por la boca. Estaba herido de muerte. La policía detuvo a siete personas implicadas en la trifulca.

El origen de la pelea estuvo, según fuentes policiales, en un enfrentamiento previo, ocurrido horas antes en un semáforo de la calle de los Emigrantes, junto a la gasolinera Villa Rosa. Luis y Gaspar, dos jóvenes del barrio de Manoteras, viajaban en un Volkswagen Golf y estaban detenidos ante la luz roja del semáforo, cuando se cruzaron con un grupo de jóvenes de Canillas. Éstos les increparon por adentrarse en su territorio: '¿Qué hacéis en nuestro barrio? ¡Fuera de aquí!', les gritaron.

El asunto no quedó ahí. Los dos jóvenes de Manoteras recibieron una paliza por parte del otro grupo. Uno de ellos fue mordido por un perro de uno de los jóvenes de Canillas. Los dos agredidos, Luis y Gaspar, denunciaron lo ocurrido en comisaría. Pero decidieron vengarse de lo ocurrido, según la versión policial, para lo cual juntaron un numeroso grupo de amigos, aproximadamente una treintena. A bordo de siete coches se dirigieron en busca de venganza a la calle de Gomeznarro. Iban armados. La policía se incautó después de un arma blanca (probablemente el arma homicida), dos barras metálicas y un bate de béisbol en el lugar del suceso.

Allí comenzó una pelea multitudinaria entre los jóvenes de Manoteras y los de Canillas. El saldo de la reyerta: un muerto y siete detenidos. Uno de los arrestados, Daniel R. M., albañil de 25 años, se confesó autor de la puñalada que mató a Javier Merino Carrera. El titular del Juzgado de Instrucción 32 decretó, a última hora de la noche del pasado martes, el ingreso en la prisión de Soto del Real del supuesto homicida. Los otros seis detenidos fueron puestos en libertad.

Versiones distintas

El supuesto autor de la puñalada, Daniel R. M., dio dos versiones distintas de los hechos. En su declaración policial narró que a primera hora de la tarde del sábado se fue a lavar su coche en una gasolinera del parque del Conde de Orgaz. Luego regresó a su casa, en la calle de Gomeznarro. Aparcó y procedió a limpiar su vehículo por dentro con un paño. A las seis de la tarde se encontraba enfrascado en esa faena cuando se vio rodeado por un grupo de jóvenes que comenzó a agredirle. Logró salir del coche, le siguieron pegando y le rociaron la cara con un aerosol. Finalmente, logró zafarse de sus agresores.

En su declaración judicial,Daniel da más detalles. Afirma que se encontraba limpiando su coche cuando un grupo de jóvenes le rodeó y comenzó a zarandear el vehículo. Luego abrieron la puerta y comenzaron a pegarle. Salió del coche y encontró un 'objeto punzante', supuestamente un arma blanca, en el suelo; lo recogió y comenzó a lanzar navajazos. Uno de ellos alcanzó a uno de sus agresores, según admitió ante el juez del Juzgado de Instrucción 32.

El abogado defensor de Daniel, Gonzalo Pacheco, afirma que su cliente se vio involucrado en la pelea 'sin tener ninguna relación con los hechos' y que 'ninguno de los tres detenidos del bando agresor lo conocía'. 'Incluso uno de los detenidos afirma que se estaba peleando con mi cliente en un grupo cuando el joven que murió estaba peleando con otro grupo distinto a unos 50 metros de distancia', sostiene Pacheco.

El supuesto homicida declaró al juez que llegó a ver a 'un joven arrodillado en el suelo que sangraba por la nariz'. También admitió a la policía que algunos de sus amigos llevan navaja para cortar droga con la que hacerse porros, según fuentes policiales.