Huella de sentimientos

Este quinteto vigués, que siempre ha ejercido de eterna promesa del rock español, va viendo cómo una década después de su nacimiento las cosas empiezan a encajar y se abre para ellos la puerta del reconocimiento masivo. Buena culpa la tiene el single Años 80, primero extraído de su sexto elepé, Ultrasónica, que era el que aprovechaban para presentar en directo en dos días de concierto a sala vendida en Madrid. Pese a que no gozaron del mejor sonido posible, la banda de Iván Ferreiro descargó su pop emocional con convicción, seriedad de planteamientos musicales y la complicidad de un público que conocía todo su material y lo cantó a voz en grito. Apoyados por unas composiciones en las que mandan los tiempos medios y la arquitectura de guitarras grandiosas, perfecta amplificación de un noise pop bien tocado, la voz peculiar y repleta de emociones de Iván Ferreiro iba desgranando unos textos bien elaborados, en los que se examina la huella que los sentimientos van dejando en el ser humano.

Perfectas Mi coco y el single citado Años 80, ironía de ese tiempo pasado que con la distancia parece haber sido mejor de lo que en realidad fue. También extraordinario el tema Teching, por lo que supone de incorporación de nuevos patrones rítmicos a los habituales.

Fue un concierto, en fin, de ambiente apoteósico para una banda que se lo ha tomado con tranquilidad, pero también con fe. Obligando, a base de calidad, a que el mercado juegue por fin a su favor.