China reta a EE UU en el duelo de Seattle

La diplomacia del tenis de mesa, propugnada por el presidente Richard Nixon en 1971, cuando envió un equipo de ese deporte a Pekín, da paso ahora a la del ajedrez. Las selecciones de EE UU y China disputan desde hoy en Seattle un duelo de claro interés deportivo: los asiáticos, que se perfilan como la gran potencia del próximo futuro, parten como favoritos.

La perspectiva de que el ajedrez se transforme en un deporte de masas en China (1.200 millones de habitantes) como ocurrió en la URSS –287 millones de habitantes, cinco millones de jugadores federados y 50 millones de practicantes-, es fascinante para muchos aficionados y aterradora para algunos profesionales, cuyos ingresos económicos correrían serio peligro. En todo caso, esa posibilidad es cada año más probable.

De momento, los chinos han logrado el esplendor en el ajedrez femenino. Cinco de las diez primeras del escalafón mundial son chinas: Xie (campeona del mundo), Yu, Wang, Xu y Qin. Y a ellas se añaden cada año más talentos con pujanza. Y también empiezan a brillar en el ámbito infantil y juvenil: su joya principal es Xiangzhi Bu, quien se convirtió hace dos años en el gran maestro más joven de la historia, a los 13 años y diez meses de edad. No destacan tanto entre los hombres adultos, pero su equipo masculino da cada vez más disgustos en las Olimpiadas de ajedrez.

Todo ello podrá comprobarse desde hoy en el Harbor Club de Seattle, a orillas del Pacífico y cerca de la frontera con Canadá. Se jugarán cuatro rondas, a diez tableros; dos de ellos deben ser ocupados por mujeres, y otros dos por juveniles. El ritmo es lento: 100 minutos para los primeros 40 movimientos, más 30 segundos adicionales por jugada.

Sin embargo, la tarea de los chinos en su intento de agrandar la fama no parece fácil, a juzgar por la alineación multirracial de EE UU, que incluye a cuatro exsoviéticos: Gulko, Seirawan, Kaidánov, Shabálov, A. Ivánov, Christiansen, con Benjamin como reserva; Krush y Baginskaite en los tableros femeninos, y Groberman de suplente; Bhat y Schneider, en los juveniles, además de Nakamura.

Todo indica que las chinas (Xu Yuhua, Qin y Wang) se impondrán en los tableros femeninos, a pesar de que Xie y Yu se enfrentarán a rivales masculinos, y en los juveniles (Bu y Ni Hua, con Wang Yue de suplente). La lucha se presenta ligeramente favorable para EEUU en los primeros tableros, aunque Ye, Xu Jun, Peng y Yang son duros de pelar.

El auge del ajedrez en China era inimaginable hace poco más de treinta años, durante la llamada Revolución Cultural, cuando el deporte mental fue prohibido. Hoy, el país más poblado del mundo se cierne como una gran amenaza deportiva.