'Si la di, fue sin querer'

Raúl ni sabe ni contesta. El delantero blanco, amenazado por la UEFA con una sanción aún por determinar a causa del gol que marcó con la mano el pasado martes ante el Leeds en la Liga de Campeones, mostró ayer su asombro por el revuelo creado alrededor de la jugada: 'Estoy sorprendido, no habría que darle ninguna importancia a esto'. Raúl insistió en que fue un lance fortuito y al fin, aunque veladamente, reconoció su ilegalidad: 'Yo fui con todo y puede que le diera con la mano [la noche del partido lo negó]; en cualquier caso, si fue así, la di sin querer'.

La estrella madridista desmintió la afirmación del árbitro del choque, el polaco Wojcik, según la cual él le habría confesado que utilizó la mano para marcar. 'Yo no sé inglés, él se dirigió a mí en ese idioma y yo le hice un gesto con la mano para indicarle que no le entendía nada', explicó Raúl.

El caso es que la acción ilegal de Raúl y su reticencia a reconocer después la infracción ha desatado la ira de media Europa. El popular rotativo deportivo italiano La Gazzetta dello sport, por ejemplo, abría sus populares páginas rosas con un artículo firmado por el director, Candido Cannavò, titulado 'Un gol, una danza, una vergüenza', que atacaba con extrema dureza al delantero. 'Ha sido vergonzoso e inmoral. Lo peor no es marcar con la mano, sino luego celebrar el tanto y comentar con Figo riéndose lo cretino que ha sido el árbitro'. El comentario concluía con un contundente 'es incalificable desde el punto de vista moral'.

Unos ataques que 'asombran e indignan' a Jorge Valdano, el director deportivo del Madrid. Valdano se lamentó de que ' se intente condenar a un jugador modélico por un acto reflejo'. También terció ayer en la polémica Munitis. 'En caso de sancionar a alguien', dijo, 'debería ser al árbitro. El fútbol es para listos y todo lo que no sea daño físico para el contrario me parece bien'.

Los gritos de Guti

El entrenamiento matinal de los blancos no sólo trajo las declaraciones de Raúl, también se dejaron oir los insistentes gritos de dolor de Guti. El canterano cayó rodando por el césped tras un encontronazo con Capdevilla y sus escandalosos lamentos asustaron a los médicos del club, que temieron una grave lesión. Finalmente, el delantero, que fue retirado del campo de entrenamiento en brazos por sus compañeros, presentaba una herida en la pierna que requirió ocho puntos de sutura.