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Una juez de EE UU da 72 horas a Napster para que bloquee el intercambio pirata de canciones

A Napster se le ha agotado el tiempo. Una juez de San Francisco impuso ayer un ultimátum al servidor musical para que bloquee el intercambio pirata de canciones a través de su página web. Naspter tiene 72 horas, a partir del momento en que las discográficas le entreguen una lista de las piezas a prohibir, para acatar la decisión judicial. De lo contrario, se verá obligado a cerrar.

La industria musical acogió la noticia con alegría. 'Estamos muy satisfechos de que la corte haya actuado tan rápidamente para obligar a Napster a retirar el material ilegal de su sistema', dijo ayer Hilary Rosen, presidenta de la RIAA, la Asociación Discográfica de América, que agrupa los principales sellos del mundo: Sony, Emi, Vivendi Universal, BMG y Warner Music. La RIAA denunció a Napster en diciembre de 1999 por violación de las leyes sobre propiedad intelectual. El servidor, que en poco más de año y medio ha sumado 60 millones de fans, permite descargar desde la Red cualquier archivo musical sin abonar un centavo. La larga batalla judicial se saldó con una victoria de la industria el pasado 12 de febrero, cuando un tribunal de apelaciones de San Francisco confirmó que la popular página web infringía las normativas sobre derechos de autor.

La sentencia hecha pública ayer por la juez Marylin Patel confirma que Napster tiene los días contados, al menos en su actual formato. A partir del momento en que las discográficas le entreguen una lista de todas las canciones que quieren prohibir, es decir, todas las que están en sus catálogos, el servidor tiene 72 horas para bloquear el acceso a estos archivos, algo que técnicamente parece irrealizable en tan poco tiempo.

Napster trató de anticiparse a la decisión judicial el pasado viernes, después de presentar de nuevo sus argumentos ante la juez, al anunciar la puesta en práctica de una pantalla (que empezó a funcionar el pasado lunes de madrugada) para controlar el acceso pirata a un millón de archivos, en total unas 5.000 canciones.

Pero el sistema de autorregulación no ha dado muchos resultados. El truco está en la ortografía. Si los cibernautas buscan, Unforgiven, uno de los temas de la banda de heavy metal Metallica, que el año pasado se unió a la industria musical contra Napster, es muy probable que no lo encuentren porque estará 'bloqueado'. Pero basta con deletrearlo mal, como Unforgivin o The Unforgiven, para descargarlo sin problemas. Los fans de Napster también han encontrado otra forma de acceder gratis a cualquier canción o pieza musical que circule por Internet: acudir a los servidores sucedáneos de Naspter, los que usan su misma tecnología, pero son aún más dificiles de rastrear y, por tanto, de llevar a los tribunales, como es el caso de Napigator.

'Éste es sólo el inicio de un proceso con muchas fases', dijo el presidente de Napster, Hank Barry, para justificar los fallos 'Decidimos ponerlo en marcha enseguida en vez de esperar a que fuera perfecto; vamos a trabajar en estos problemas con los nombres esta misma semana'.

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