Las palabras del ex presidente del Parlament Heribert Barrera
en relación con la inmigración no pueden más que causar estupefacción. Pero quizá un análisis de la situación creada en los últimos días, al hilo de las declaraciones del señor Barrera y la señora Ferrusola pone en tela de juicio un asunto de mayor calado político y social. Esto es, el discurso ideológico de una parte de la clase dominante catalana, excluyente y xenófobo, que ha contaminado ya algunas esferas en Cataluña y que monopoliza desde el ámbito cultural la idea de catalanidad.
Estas declaraciones muestran el verdadero rostro de la cultura que se ha impuesto en Cataluña, y que ahora se ve puesta en entredicho por dos factores: la creciente inmigración y la sensación de final de ciclo de la coalición gobernante.
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