Los escombros del túnel de Guadarrama se verterán en Bustarviejo, Valdemanco y Colmenar
El Ministerio de Fomento tendrá que volver a redactar su proyecto de túnel para el tren veloz a Valladolid bajo la sierra del Guadarrama, obra ya adjudicada en 160.000 millones de pesetas. El Ministerio de Medio Ambiente ha elaborado una declaración de impacto ambiental (norma de obligado cumplimiento) que modifica sustancialmente el proyecto inicial de Fomento. El túnel doble, de casi 30 kilómetros de longitud, que unirá las dos vertientes del Guadarrama -una en territorio madrileño y otra en el segoviano- no podrá tener, según la declaración de impacto, una salida de emergencia en mitad del valle del Lozoya (en el municipio de Rascafría), ni su embocadura de entrada a Madrid podrá ubicarse sobre la preciada fresneda de Miraflores.
Medio Ambiente considera que 'los impactos ambientales' de las obras sobre el entorno del Lozoya son 'inadmisibles' sobre esta zona natural, por lo que 'el promotor [el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias, organismo dependiente de Fomento] debe modificar el proyecto de construcción'.
En su página 13, la declaración de impacto prohíbe incluso que se construya cualquier salida de emergencia. 'En ningún caso puede haber salida externa por cuestiones de seguridad', se lee en el documento. La única posibilidad que deja Medio Ambiente a Fomento para evacuar a los pasajeros en caso de emergencia son los pasillos que cada 200 metros unirán los dos túneles paralelos que se perforarán bajo el Guadarrama. 'Abrir una salida de emergencia en vertical no se ajustaba a ninguna norma de seguridad', manifestaron ayer fuentes oficiales.
La portavoz de Ecologistas en Acción, María de los Ángeles Nieto, expresó su satisfacción por las modificaciones que impone el Ministerio de Medio Ambiente. 'Este ministerio ha demostrado una mayor conciencia ambiental que Fomento. Las noticias son muy buenas, pero seguimos pensando que la obra es innecesaria', manifestó.
La declaración de impacto obliga igualmente a Fomento a encajonar las vías del tren veloz en la franja de terreno -de poco más de cien metros- existente entre el tren de Cercanías (Madrid-Cantoblanco) y la M-607, a la altura del término de Tres Cantos. De esta manera se evitará la afección 'directa o indirecta' al monte de El Pardo (que se extiende junto a las vías del tren) y se limitará la afección sólo a esta franja de terreno ya degradada por las infraestructuras.La obligación de encajonar las vías del tren de alta velocidad a Valladolid entre el actual tren de Cercanías y la M-607 obligará a Fomento a levantar numerosos puentes y túneles para salvar las estrechas vaguadas que conforman esta franja. Además, forzará a los técnicos ministeriales a buscar una solución para meter, en escasamente 100 metros de anchura, las vías del tren de Cercanías, la calzada de tres carriles en cada sentido de la M-607 y la plataforma del tren de alta velocidad a Valladolid, cuya anchura ronda los 60 metros.
Las exigencias del Ministerio de Medio Ambiente suponen, entre otras cosas, el rechazo a la apertura de una entrada de emergencia al doble túnel a través del valioso valle de la Angostura (Rascafría). Pese a todo, el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, manifestó que las obras del túnel bajo la sierra de Guadarrama podrán comenzar 'en breve', cuando se adapten los proyectos técnicos a la declaración de impacto ambiental, puesto que ya estaban adjudicadas -los ecologistas denunciaron a Fomento ante la Unión Europea por adjudicar las obras antes de que Medio Ambiente firmase la declaración-. El siguiente paso, según el ministro, será la publicación de este estudio medioambiental en el Boletín Oficial del Estado para que las cinco empresas adjudicatarias de los cinco tramos de la obra adapten sus proyectos a las condiciones exigidas por Medio Ambiente, y la Secretaría de Estado de Infraestructuras pueda aprobarlos definitivamente.
'En ese mismo momento pueden comenzar las obras', subrayó Álvarez Cascos, que calificó de 'paso clave' la aprobación de la declaración de impacto en el tramo del tren de alta velocidad entre Madrid, Segovia y Valladolid.
Nueva declaración
Sin embargo, desde Medio Ambiente se recordó ayer que Fomento tendrá que llevar a cabo una amplia modificación del proyecto, puesto en marcha inicialmente por Rafael Arias-Salgado, anterior titular del ministerio que ahora preside Álvarez Cascos. 'Dependiendo de los cambios que hagan y de dónde se sitúen las nuevas bocas de entrada y salida, Medio Ambiente decidirá si lleva a cabo o no una nueva declaración de impacto'.
Medio Ambiente destaca así que el proyecto que comenzará 'en breve' puede sufrir un nuevo parón. Una declaración de impacto nueva exige casi un año más de estudios, porque hay que sacar nuevamente el documento a información pública y recibir las alegaciones de los afectados. Cuando el proyecto salió a estudio se presentaron más de 4.000. Además de la afección ambiental de las obras, el Ministerio de Medio Ambiente, que encabeza Jaume Matas, ha tenido que elegir los lugares donde se verterán los cinco millones de metros cúbicos de tierras que se extraerán durante las obras. Aproximadamente el 50% del total será repartido entre las dos vertientes de la sierra. El volumen de estos residuos ocuparía la superficie de un estadio de fútbol que tuviera la altura de 950 metros.
Medio Ambiente exige que los escombros se viertan sólo en canteras, y prohíbe expresamente que se abran zonas de vertido fuera de ellas. En los primeros estudios técnicos elaborados por Fomento se proponía verter estos residuos en una decena de pueblos de la sierra. Los alcaldes de las áreas afectadas llegaron a anunciar movilizaciones.
Las zonas señaladas ahora por el Ministerio de Medio Ambiente son las canteras existentes en las zonas de Tres Cantos-Colmenar Viejo, Bustarviejo-Valdemanco y Hontoria (esta última en la provincia de Segovia).
La declaración de impacto, con el fin de minimizar el desescombro, obliga además a sacar las tierras del túnel mediante una cinta transportadora hasta la boca. De no hacerse así, más de 600.000 camiones hubieran tenido que circular por las carreteras de la sierra. Desde la boca del túnel, las tierras y rocas de la montaña serán cargadas en trenes especiales y vertidas directamente a las canteras elegidas.
Reutilización de vertidos
El Ministerio de Medio Ambiente exige también que la mayor parte posible de las tierras sean, además de vertidas en canteras, 'comercializadas o transportadas hasta la traza'; es decir, reclama que se reutilicen en las propias obras para evitar mayores daños al entorno. Los ecologistas habían denunciado que el paso de 600.000 camiones por las zonas de protección de la sierra habría destrozado definitivamente el entorno natural.
La Comunidad de Madrid emitió ayer un comunicado en el que manifiesta su 'satisfacción' por la declaración de impacto. 'La Consejería de Medio Ambiente considera que los condicionantes exigidos al trazado y recogidos en la declaración de impacto ambiental constituyen un ejemplo de desarrollo sostenible. Asimismo, queda constatado que es posible realizar grandes obras de infraestuctura como ésta afectando mínimamente al entorno natural cuando las administraciones competentes mantienen al mismo nivel de decisión política el desarrollo de un país con la preservación de su entorno'.
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