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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Sobre el 28-F

Un año más, los andaluces celebramos el día en el que obtuvimos el reconocimiento institucional para formar una autonomía que nos permitiera, de algún modo, decidir en parte el camino a seguir y tener nuestra propia voz dentro del conjunto de España. Sin embargo, aunque en estas dos décadas se ha avanzado bastante, surgen ahora nuevas incógnitas sobre el futuro de la comunidad, pues las políticas llevadas a cabo desde la Junta y desde diversas instituciones locales o provinciales, no han hecho sino agrandar las diferencias entre unas provincias y otras, surgiendo así rivalidades entre las mismas provincias o capitales andaluzas.

Todo esto lo pienso por la situación de mi provincia, Almería, y es que, año tras año, con la llegada del 28-F, no puedo dejar de pensar en la injusta vertebración de Andalucía, si es que existe tal vertebración. No obstante, creo que lo mismo podría pensar un onubense o un granadino, porque una cosa es que el desarrollo económico limite la inversión y dotación de prestaciones, y otra, que provincias con un desarrollo similar estén equipadas con unos servicios tan desiguales, como creo ocurre con Granada y Almería particularmente, pues a pesar que desde la Junta se reconoce el potencial de la provincia, poco hace para cuidarlo.

Recordemos el caso de la A-92, que tras 10 años de su puesta en servicio, aún no ha tocado suelo almeriense, o las conexiones con los pueblos de la Alpujarra con la costa y Granada, que mantienen trazados de hace dos siglos. En cuanto a las instalaciones ferroviarias de Granada, Almería y Jaén, mejor no entrar en detalles; sólo un dato: para ir de Almería o Granada en tren a Murcia es necesario pasar por Alcázar de San Juan, en la provincia castellanomanchega de Ciudad Real, empleando para el viaje unas 12 horas; mientras, en Cádiz prosigue el soterramiento, y en Sevilla y Córdoba disfrutan del AVE, que pronto llegará a Málaga. A esto le llamo yo un progreso equilibrado de Andalucía, para que después digan que eso de la Andalucía oriental y occidental es una invención sin sentido.

A esto, por supuesto, habría que añadir la diferente idiosincrasia de las provincias orientales, y es que nadie puede negar que Almería tiene casi más vocación levantina que andaluza, y el que lo haga se engaña. Lo único que parece que quieren homogeneizar los políticos es precisamente aquello cuya normalización es más difícil o imposible, como es el habla, intentando crear un 'lenguaje andaluz'. Idea del PA, por supuesto.

Pero no quiero acabar la presente carta sólo con críticas y reclamaciones, sino con la esperanza de que para el año que viene, por estas mismas fechas, pueda escribirles para felicitar a todos los andaluces, porque construyamos día a día una comunidad ejemplar en España, olvidando los rencores, cuyos principales creadores no son los pueblos o las gentes, sino los políticos mediocres que sólo buscan su beneficio personal.

Lamentablemente, mucho me temo que este deseo no se cumplirá, pues lo que no hemos hecho en 20 años de autonomía no lo vamos a resolver en uno solo.- Francisco Manuel Villegas Cara. El Ejido (Almería).

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Un año más, los andaluces celebramos nuestro día grande: el día del comienzo de la emancipación como pueblo; el día de nuestra identidad específica y singular.

Y no está de más hacerlo festivamente: actos institucionales en el Parlamento andaluz; reconocimiento a personas y colectivos por su labor cultural, social, política, económica...; fiestas en barrios, colegios, institutos, colectivos...

Y, cómo no, al coincidir con los carnavales, tomándonos casi todo a chufla, a cachondeo: riéndonos de, si así fuere necesario, nuestra propia sombra... Cádiz es, en estos días, genuina expresión de lo universalmente andaluz.

Y duelos por los andaluces universales que este año se han ido. Carlos Cano representa fielmente esa alegría senequista que tanto nos caracteriza. Pero duelo solidario también por los centenares de inmigrantes que se han quedado varados en las costas del Estrecho.

Duelos y llantos por las cosas que nos duelen a los andaluces y que tanto nos hacen llorar, como las incomprensiones y desafectos de un Gobierno central, ciego, sordo e insensible a nuestros problemas diarios. Valga por ejemplo el caso del Tireless; los problemas del agua con el déficit crónico; la financiación insolidaria que el PP nos quiere hacer tragar...

Y quebrantos porque, hasta los que deben pregonar la solidaridad, meten la pata con aquello de 'los moros a Marruecos...' (menos mal que, aunque tarde, han sido valientes y han dado la cara, y se han marchado, después de pedir perdón. ¡Gesto tardío, pero honroso! ¿Lo imitarán otros?).

Sin lugar a dudas, Andalucía tiene que seguir siendo el referente de 'las Españas' y el espejo de solidaridad y tolerancia donde se miren los demás pueblos y tierras de un Estado que, aunque a algunos no les guste, se llama todavía España...

Pero 'la España del cincel y de la maza, no la de charanga y pandereta' que nos quieren seguir pintando...

¡Viva Andalucía!

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