Por pura desesperación
s obvio que Marta Ferrusola nunca ha tenido que irse de su país por razones económicas ni políticas. Tiene una vida privilegiada, en su espacioso piso de la avenida del General Mitre, en el cual se pierde la riqueza de convivir con otras culturas. Que no se crea que los que llegan aquí de otros países lo hacen por placer ni por convivir con gente como ella. Lo hacen por pura desesperación. Y sobre su miedo a las mezquitas: que no se preocupe porque la mayoría de los catalanes somos ateos y no vamos a ningún tipo de iglesia.
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