Los Enemigos celebran quince años con un álbum doble y una biografía
La banda hace un recorrido musical y memorístico de su carrera
Los Enemigos se erigen en clásico del rock español con el bagaje a cuestas de tres lustros de discos, trabajo, largas giras en las que han recibido el reconocimiento de varias generaciones de jóvenes españoles y algún que otro tropiezo que hubiera dado con los huesos del rockero más bregado en la tumba. Pero el arte, la inercia del síndrome de Peter Pan y una tozudez encomiable han llevado a Josele Santiago, guitarra y voz; Fino Oyonarte, bajo; Chema Pérez, batería, y Manuel Rodríguez, guitarras, a sobrevivir al lado oscuro del rock and roll. 'En lo musical recogimos la herencia de Leño o Burning, pero abriéndonos a muchos más estilos. Se nos encasilla exclusivamente en el rock and roll, pero si uno hace una escucha atenta de cualquiera de nuestros discos, ve que allí hay blues, soul e incluso cabaré'.
Sus primeros dos discos, Ferpectamente y Un tío cabal, reflejaban una suerte de burla musical y gamberra en la que, sin embargo, no se descuidaba el aspecto musical. Pero la vida se torció a finales de la década. Fallecía en accidente de carretera Lalo, el primer manager y la persona que había creído en el grupo, y Los Enemigos iniciaron una senda de imágenes oscuras reflejadas en los discos La vida mata, Tras el último no va nadie o Gas.
Con este disco doble que rezuma vitalidad en todos los cortes, Los Enemigos retoman la actividad pletóricos de optimismo: 'Éste el primer disco premeditado que hemos hecho, porque en los demás primero hicimos las canciones y luego se dibujaba el concepto a partir de los temas. Además, llevamos quince años y es una fecha muy chula para celebrarlo'.
Además del disco, se ha editado un libro, Los Enemigos dentro, escrito por Kike Turrón y Kike Babas y editado a través de la SGAE y la revista hispoanoargentina Zona de Obras. El libro no hurta al fan del grupo los temas más delicados: 'Está casi todo: la muerte de Lalo, mis peregrinaciones por centros de desintoxicación... Bueno, todo, todo, no lo hemos contado. Hay cosas que se quedan entre nosotros y no las sabrá nadie más, porque para qué. Habría que implicar a terceros', dice Josele.
Babelia
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