Pujol buscará en el sector privado parte del coste del tramo del AVE al aeropuerto
'No permitiremos que una excusa de mal pagador entorpezca el desarrollo de Cataluña como centro logístico'. De esta forma, Pujol justificó la decisión tomada finalmente por el Ejecutivo catalán de asumir los costes de la construcción del bucle que comunique el tren de alta velocidad con el aeropuerto, que supondrá alrededor de 10.000 millones de pesetas. El presidente quitó importancia al hecho de que una parte de los presupuestos de la Generalitat se destine a esa infraestructura y recordó: 'No solamente nosotros asumimos un sobrecoste, sino que también lo hace el Gobierno central'. El Ministerio de Fomento financiará la línea principal del tren de entrada a Barcelona por el Llobregat con otros 10.000 millones de pesetas.
La postura y los razonamientos que ayer esgrimió el presidente de la Generalitat distan mucho de la actitud que él mismo mantuvo hace una semana cuando, estando en Tánger de viaje oficial, dijo que no saldría ni una peseta de las arcas de la Administración catalana. Entonces Pujol aludió a que Cataluña ya paga 'muchos peajes'. Al parecer, la premura de los plazos ha hecho cambiar de opinión al Ejecutivo autónomo.
Sin esperar a 2007
El presidente justificó la inversión con la necesidad de asegurar la llegada del AVE en el año 2004 'y no esperar a 2007 como dice el Ministerio de Fomento'. Sin embargo, precisó que esta aportación del Gobierno catalán no es definitiva y que es muy probable que otras fuentes de financiación 'ayuden' o 'acompañen'. En este sentido, el conseller en cap, Artur Mas, no descartó la contribución de la iniciativa privada, a lo que el presidente añadió: 'Tenemos base para afirmarlo'.
Precisamente, el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Pere Macias, y el de Trabajo, Lluís Franco, se reunieron ayer por la mañana con sindicatos y empresarios para explicarles la importancia del AVE y de las grandes infraestructuras para Cataluña. Macias aseguró que algunos sectores empresariales han mostrado su disposición a participar en la financiación de este tramo del AVE.La decisión final tomada por el Gobierno de Jordi Pujol de financiar este tramo del AVE provocó ayer airadas críticas de la oposición política catalana. El portavoz del PSC, Joaquim Nadal, subrayó las contradicciones que en este sentido han evidenciado el presidente de la Generalitat; el conseller en cap, Artur Mas, y el consejero de Política Territorial, Pere Macias, hasta el punto de cuestionar 'cuál es la voz del Gobierno'. Por su parte, el presidente del PSC, Pasqual Maragall, propuso que a cambio de costear esta inversión la Generalitat reciba como contrapartida la gestión del aeropuerto de Barcelona. Fuentes socialistas explicaron que con el dinero que se recaude del aeropuerto se podría compensar la inversión que supondrá la construcción del bucle ferroviario.
Desde ERC, la decisión del Gobierno de CiU fue considerada como 'escándalo sin precedentes'. 'No tiene ninguna justificación aceptar pagar una infraestructura que en todas partes es sufragada por el Estado', subrayó el portavoz de los republicanos en el Parlament, Josep Huguet, quien además recordó que la Generalitat ha ido acumulando en los últimos 20 años un déficit de inversiones de 16 billones de pesetas. En similares términos se expresó Joan Boada, de Iniciativa per Catalunya, que calificó de 'humillación para Jordi Pujol empezar diciendo que no pagaba para acabar pagando'.
El ministro Josep Piqué intentó ayer, minutos antes de pronunciar una conferencia en ESADE, neutralizar sus recientes declaraciones sobre la llegada del tren de alta velocidad al aeropuerto y que, a su juicio, supondría un agravio para otras comunidades autónomas. Piqué defendió la necesidad de que todas las administraciones, incluida la municipal, colaboren en la financiación de esta infraestructura siguiendo el ejemplo francés, informa Josep Maria Cortés.
La actuación del Gobierno central en este asunto tampoco ha convencido al alcalde de Lleida, Antoni Siurana, quien tildó al ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, de persona 'poco democrática' por haber criticado el decreto de paralización de las obras del AVE a su paso por la ciudad. Siurana acusó al ministro de utilizar la polémica con el consistorio ilerdense para presionar a la Generalitat y conseguir que esta institución asuma el coste de la llegada del tren al aeropuerto de El Prat, informa Lluís Visa.
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